Nollywood, la segunda industria del cine mundial

Mi nombre es Bond… Bond Emeruwa

Por: Oswaldo Osorio

Como se sabe, Hollywood reina en la industria mundial de cine. Su hegemonía tiene que ver tanto con el monopolio del mercado como con ostentar el mayor desarrollo tecnológico y de factura, pero también con la imposición de arquetipos, modelos y, en general, de la cultura estadounidense.

A pesar de eso, hay otra cinematografía que supera a la Meca del cine en cantidad de películas realizadas anualmente: la india, llamada Bollywood, la cual produce alrededor de 1200 cintas cada año. Esto básicamente tiene que ver con que es el segundo país más poblado del mundo (1237 millones) y está muy compartimentado en regiones con sustanciales diferencias culturales, lo que no permiten hacer películas de cobertura nacional.

Actualmente hay otra cinematografía que también ha llegado a superar en cantidad de producción a Hollywood, la nigeriana, a la que se ha dado por llamar Nollywood. Si bien en 2009 se hicieron “apenas” 600 películas (200 menos que en Hollywood), ha habido años en que alcanza los 2000 títulos.

Naturalmente, la comparación sólo puede ser en las cifras de producción, porque el de Nollywood es cine que no tiene nada que ver con el de Hollywood, ni con la mayoría del cine mundial, en cuanto a valores de producción, pues se tratan de películas en video, hechas con diez mil dólares, rodadas en una semana y realizadas por un equipo escasamente profesionalizado. Además, toda la distribución se hace en video y se vende en mercados callejeros.

Esta industria comenzó hace unos quince años casi por casualidad. Cuando se empezaron a comercializar los reproductores de DVD, sus vendedores los acompañaron de películas de Hollywood y Bollywood, pero el público nigeriano no se mostró muy interesado en este cine, por lo que ellos mismos, los vendedores de los aparatos, se dieron a la tarea de hacer películas o contratar a cualquiera que quisiera hacerlas.

Bond Emeruwa, presidente de la Asociación de Directores Nigerianos de Cine afirma que son películas hechas por africanos y para africanos. Y en cuanto al tipo de cine comenta: “Lo que más tocamos es el drama, tanto romántico como aquel que explica historias familiares. Algunas películas, las más épicas, hablan del pasado, mientras que la mayoría se centra en problemas contemporáneos”.

Esta nueva industria da trabajo directa o indirectamente a dos millones de personas. Hay que recordar que Nigeria es el país más poblado de África y que es uno de los que más se ha desarrollado económicamente en las últimas décadas, gracias a la explotación del petróleo. Sin embargo, tiene los mismos problemas de la mayoría de países del continente: pobreza extrema, abismales diferencias sociales, violencia, inestabilidad del poder, explotación de sus recursos por parte de los países desarrollados, etc.

Por la naturaleza del cine que hacen, así como ocurre con el indio, es improbable que el de Nollywood tenga alguna incidencia en el cine mundial, pero para ellos, realmente se puede ver como una suerte de revolución cultural que podría traer grandes cambios.

Termino este texto con unas imágenes de este fenómeno cinematográfico:

IX Festival de Cine y Video de Santa Fe de Antioquia de Antioquia

Cine africano: una cultura y una mirada por descubrir

Por: Oswaldo Osorio

Si bien “exótico” es un término cliché para hablar del cine africano y de ese continente en general, lo que normalmente llamamos “exótico” no lo es tanto en comparación con lo que se podrá ver, del 4 al 8 de diciembre, en la nueva versión de este festival que, por su carácter temático, este año se dedica por entero al cine de África. Son treinta y cinco títulos de diversos géneros y duraciones que no sólo revelan un universo casi desconocido hasta ahora, sino también una forma de mirarlo y contarlo.

Nunca el cine que llega a las carteleras colombianas y mucho menos la visión que Hollywood nos ha impuesto, podría dar tan clara cuenta de la cultura y el continente retratados en esta inédita muestra. El África primitiva y territorio de los safaris son esos clichés con que occidente ha dibujado el más vasto continente del globo. Pero el África de estas películas también es la de las costumbres ancestrales y de las ciudades occidentalizadas, es la de su cotidianidad afincada en sus relaciones sociales y creencias religiosas, pero igualmente la de sus grandes acontecimientos históricos, la de las luchas por su liberación, y también es el continente negro y el musulmán mediterráneo.

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