Balance cine colombiano en 2014

Las cifras mal, el cine bien

Oswaldo Osorio


Al año con más estrenos nacionales de la historia las cifras no le favorecen. La única cifra positiva son esos 28 títulos que se pudieron ver en las salas del país. Aunque es un dato que tiene sus atenuantes, como que una tercera parte son coproducciones, que algunas solo se vieron en una o dos ciudades o que la mayoría apenas duraron una semana exhibidas, cuando no menos.

El saldo rojo está en el comparativo entre ese buen número de estrenos y los espectadores que fueron a verlos, pues si bien el cine nacional representó el diez por ciento de todas las películas estrenadas durante el 2014, escasamente sobrepasó el cuatro por ciento en espectadores y taquilla. Ese poco respaldo del público es consecuencia, principalmente, de dos factores: la indolencia y falta de compromiso de los exhibidores para darle más tiempo en salas al cine nacional, y la insuficiente promoción de estas películas, ya sea por falta de recursos o por la indiferencia de los medios para hacerles eco, otros indolentes con el cine del país.

Pero más allá del lamentable hecho de que los filmes de mejor nivel no superaron los cinco o diez mil espectadores, una mirada cualitativa y que tenga en cuenta otras variables puede arrojar un panorama más optimista y esperanzador: Fue un buen año por la participación y galardones en festivales, por la saludable variedad de sus contenidos, por su progresiva dinamización como industria y por el aumento en general del nivel en su factura y en particular de algunos títulos y directores destacados. Hay que aclarar que estas reflexiones solo cobijan los largometrajes de ficción, porque si se tuviera en cuenta también al documental y el cortometraje, el balance en cuanto a cantidad y calidad sería más positivo aún, aunque resultaría todo lo contrario en lo referido a divulgación y consumo por parte del público.

Para simplificar un poco las cosas en función de una visión panorámica, se puede dividir el grueso de producción en tres grupos bien definidos y en los que se reparten los títulos casi proporcionalmente: las comedias populares y el cine de género, por un lado; el cine de autor, por otro; y las coproducciones. Continuar leyendo