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¿Meghan y Harry no quieren ser de la realeza?

Eso indicaron en un comunicado, su intención de cambiar su rol en la familia real. Desde allí señalaron que no es tan fácil.

09 de enero de 2020

Los duques de Sussex, Harry y Meghan Markle, anunciaron este miércoles que quieren dar “un paso atrás” en sus funciones como miembros de la familia real británica y “trabajar para ser financieramente independientes”.

En un comunicado publicado por el Palacio de Buckingham, residencia oficial de la monarquía en Londres, ambos informaron que decidieron “comenzar a forjar durante este año un nuevo rol” dentro de la monarquía, al tiempo que subrayan su “completo apoyo a Su Majestad la Reina”, Isabel II.

La información también fue difundida en una publicación en su cuenta oficial de Instagram, donde afirmaron además variar su tiempo entre Reino Unido y América del Norte. “Este equilibrio geográfico nos permitirá criar a nuestro hijo con una apreciación de la tradición real en la que nació, al tiempo que brinda a nuestra familia el espacio para centrarse en el próximo capítulo, incluido el lanzamiento de nuestra nueva entidad caritativa”, escribieron.

Cuando nació Enrique, el 15 de septiembre de 1984, era tercero en el orden sucesorio. Él, que es el hijo del príncipe Carlos, el heredero de la Corona, es ahora sexto en la línea de sucesión. Muy por delante suyo está su hermano mayor, Guillermo.

La presión

Enrique y Meghan se casaron en el castillo de Windsor en 2018, tras un rápido noviazgo que causó sensación en la opinión pública. Gracias a su imagen de modernidad, desenfado y compromiso con causas sociales, la joven pareja logró una enorme popularidad: abrieron una cuenta Instagram el 2 de abril y en menos de seis horas alcanzaron el millón de seguidores, batiendo un récord mundial.

Pero en los últimos meses no han dejado de expresar su incomodidad con el estricto estilo de vida impuesto a los miembros de la realeza británica, escrutados con lupa por una prensa sensacionalista. “A ambos nos apasiona el querer cambiar las cosas para mejor”, afirmó recientemente el príncipe, que antes de sentar cabeza era conocido como el miembro más disipado y problemático de la familia real.