Los tatuajes no son más para siempre: así se pueden borrar
Tatuarse es cada vez más común, arrepentirse también. Le contamos cómo funciona el proceso.
Juan David se hizo su primer tatuaje a los 16 años, se lo hizo un amigo que apenas estaba aprendiendo, entonces no quedó muy bien y con el tiempo empeoró, así que decidió borrarlo. Hacer el tatuaje no debió tomar más de un par de horas, pero borrarlo ha sido un proceso mucho más largo, costoso y doloroso.
No sólo se está borrando ese primer tatuaje –unas estrellas negras en el pecho–, sino también unas alas que tenía en la espalda porque con el tiempo y el cambio del cuerpo ha perdido la proporción. Lleva casi dos años en el proceso, porque aunque las sesiones se recomienda hacerlas cada dos o tres meses, él prefiere esperar entre cuatro y cinco meses. Las estrellas ya están borradas casi por completo, a las alas todavía las falta. Hasta ahora ha invertido más de 10 millones de pesos, y está pensando en borrarse parcialmente otro que tiene en la pierna, para hacerse un diseño mejor encima, lo que llaman un cover up.
–Los tatuajes que me he hecho recientemente son más significativos y los he hecho con tatuadores de más experiencia, el asunto ya es con más conciencia. Eso también me ha llevado a reevaluar mis otros tatuajes para borrarlos o mejorarlos, dice Juan David.
¿El borrado ha sido fácil?
–En los del pecho, que eran con tinta negra, sí. Los de la espalda, el que es rojo con naranja también, ya prácticamente se eliminó. El azul es el que ha sido más difícil.
¿Qué le recomendaría a una persona que se va a tatuar por primera vez?
–No quedarse con el primer tatuador que encuentre. Estudiarlos bien, mirar sus trabajos y tomar la decisión con cabeza fría. Antes los tatuajes eran de por vida, pero aunque ya no lo son, quitarlos es doloroso y muy cotoso.
***
Claribel Suárez es la embajadora de remoción de Good Bye Tattoo, el área especializada en borrado de tatuajes de Dermatológica, y se encarga, entre otras cosas, de estar en contacto con los pacientes y organizar las agendas. Ella calcula que en la clínica reciben más o menos 50 pacientes por semana para borrarse tatuajes. Unos 7 u 8 diarios, con tatuajes de todo tipo, grandes, pequeños, artesanales y súper profesionales. De los pacientes dice que son de todas las edades, gente de otras ciudades y de México, República Dominicana, Estados Unidos, porque la Clínica tiene un láser de última tecnología para eliminar pigmentos, el láser Picosure.
Los proceso con láser lo que hacen es fragmentar la tinta del tatuaje en partículas pequeñísimas que el sistema inmunitario del cuerpo elimina con el tiempo. La ventaja del Picosure es que es más preciso y eficaz, los fragmentos de tinta son más pequeños y más fáciles de eliminar para el cuerpo y tiene menos efectos secundarios.
¿Cómo es el proceso?
–Siempre tenemos una valoración medica inicial y evaluamos las condiciones del tatuaje y de la piel. La eliminación dependen de muchos factores, la tinta, los componentes, la técnica, la profundidad, los colores, la localización en el cuerpo... por ejemplo, entre más lejos esté el tatuaje de la zona del tórax, que es donde se comanda como el sistema inmune y el sistema linfático, entonces es más difícil de borrar porque tiene que hacer todo ese recorrido por el cuerpo, dice la doctora Catalina Arroyave.
–Los más difíciles son los de los pies, dice Claribel.
¿Qué efectos puede tener en la piel?
–La piel usualmente queda normal, no cambia la sensibilidad. Pero dentro de los efectos secundario puede haber al final cambios de pigmentación, o sea, que quede una hiperpigmentación postinflamatoria, es decir, más oscura. Cuando hay una inflamación en la piel al reparar puede pasar eso y le puede pasar a cualquiera, a uno le sale un barrito y le queda la mancha, pero normalmente tiende a mejorar con el tiempo. El otro efecto es una hipopigmentación, o sea, todo lo contrario, unos parches blanquitos que sí pueden ser permanentes, porque la piel tiene melanina, que es lo que nos da nuestro color, entonces el láser puede eliminarla también, dice la doctora.
¿Se logra un borrado completo?
–Normalmente se llega al 100% de la eliminación, dice Claribel.
–Lo que pasa es que puede tomar muchas sesiones, dice la doctora.
¿Algunos colores son más difíciles de borrar que otros?
–Si, por ejemplo, el azul turquesa, el rojo, el blanco y los cover up, dice la doctora.
¿Más o menos cuántas se necesita y cuánto vale?
–Depende mucho del tamaño. El proceso puede estar entre $870.000 y $13.000.000. Nosotros tenemos un paquete mínimo de 3 sesiones, dice Claribel.
¿Cuáles son las razones más comunes de las personas que vienen a borrarse tatuajes?
–Hay de todo. Tatuajes mal hechos, otros muy bien hechos pero que a la gente no le gustan, otros por la evolución que tienen los tatuajes en el tiempo, esos son la mayoría. Hay un porcentaje menor de personas que vienen porque se ven afectadas emocionalmente por el significado del tatuaje. A mi me han escrito pacientes que se han hecho tatuajes el día anterior. Muchos también vienen a borrarlo parcialmente para cubrirlo con otro, o a borrar cosas puntuales que no les gustan de un tatuaje, dice Claribel.
¿Qué tan doloroso es?
–Es como una quemadura. Yo les digo a los pacientes que es como cuando uno coge una candela o algo que está caliente y deja una sensación de ardor posterior, explica la doctora.
***
El tatuaje ha cambiado muchísimo en los últimos años. No sólo por el desarrollo técnico y tecnológico sino por la percepción. Si hay alguien que ha evidenciado ese cambio es Félix Barrientos, que lleva 23 años tatuando y tiene una de las tiendas más reconocidas de la ciudad Sailors N Mermaids.
Félix es diseñador industrial de profesión, y además de tatuador es también profesor. Actualmente está dictando un curso de introducción al tatuaje en la UPB. Sabe, de primera mano, que no sólo cada vez más gente se anima a tatuarse, sino que cada vez más gente quiere aprender a tatuar.
¿Qué se debe tener en cuenta a la hora de el tatuaje?
–La ética, la psicología y la responsabilidad que hay detrás de una decisión como esta. El orden en el que tú como cliente deberías abordar tu cuerpo. Es particular que hoy los chicos empiezan por el cuello, la cara y las manos, y nosotros que tenemos más de 20 años en esto algunos ni siquiera nos hemos tatuado ni la cara ni las manos. Para el tatuador es importante transmitir el conocimiento, hacerte entender y entender a tú paciente, saber qué se puede ofrecer y qué se debe negar, para que más allá del producto del tatuaje, haya una experiencia, un acompañamiento antes, durante y después, dice.
Según una encuesta de Cifras y Conceptos publicada en 2020, en Colombia, entre las personas mayores de 35 años, solo el 6 % tiene tatuajes, pero la cifra aumenta mientras la edad disminuye, es decir, el 19 % de las personas entre 25 y 34 años y el 47 % entre los 18 y 24 tienen tatuajes.
Pero así como aumentan los entusiastas, aumentan los arrepentidos.
–Yo creería que hace unos 6-7 años se está notando mucho más lo que está sucediendo con el cubrimiento de tatuajes, pero los más particular es analizar que tipo de tatuajes se está borrando la gente, cuenta.
¿Qué es lo más común?
–Todo lo que empezó a aparecer en Pinterest y en redes sociales. Muchas propuestas de tatuaje que estaban muy llamadas a desaparecer porque se vuelven cliché, como en los noventa los delfines. El tatuaje no es como la ropa, que si en seis meses el mundo te ofrece otro color, la botás. Está en nosotros ofrecer algo bueno, estudiar, entender y visualizar que va a pasar con esto. Cuidar al cliente, dice Félix.
¿Qué implica taparse un tatuaje con otro?
–Taparlo implica una cantidad de cosas y de consecuencias. La primera es que el tatuaje tiene que ser más grande y que va a quedar una zona un poco más oscura. Por lo general es un tratamiento que requiere varias sesiones y de una destreza por parte de la persona que lo hace porque no es lo mismo que hacerlo en una piel limpia. También se puede borrar parcialmente con láser para aclarar, en ese caso consideraría que se debe esperar por lo menos 8 meses o un año antes de hacer el tatuaje, dice Félix.
Por lo general, una persona que va a tatuarse por primera vez no tiene idea del proceso al que se va a someter. No sabe, por ejemplo, que hay imágenes que no deberían tatuarse, que aunque pueden quedar bien van evolucionar mal. Por eso una buena asesoría de un tatuador es fundamental.
***
Lea también: Directo al inconsciente: así se hace el sonido para cine y series
Todo en la vida es transitorio, pasa. Los recuerdo cambian con el tiempo, y van transformando lo que pensamos hasta de nosotros mismos. El tatuaje es lo contrario, fija. Que sea significativo no es garantía de que no habrá arrepentimiento, tampoco que sea bonito, o que esté bien hecho, porque como humanos siempre deseamos lo que nos falta.
Hay una frase que siempre uso, dice, el sentimiento sale cuando el dolor entra. Y es porque en ese momento de dolor, casi de sometimiento porque te duele y no te podés parar porque lo elegiste, ahí no queda de otra que reflexionar. Y ahí, en esa reflexión, está quizás el máximo sentido de los tatuajes –sobre todo de las piezas grandes que implican procesos larguísimos y dolorosos– y es que quizás lo más significativo no es el tatuaje en si mismo, el símbolo, su significado, sino lo que nos dice de nosotros mismos.