El desorden de los genios
Los escritorios de las grandes mentes demuestran que el revoltijo no es un impedimento para la creación.
Periodista, presentadora y locutora. Fui DJ de radio, reportera de televisión y ahora disfruto el ejercicio de escribir a diario. Melómana, cinéfila y seriéfila.
No es fácil precisar cuántos papeles tenía regados y sueltos en su escritorio el físico Albert Einstein. Se ven, además, varios libros, sobres, un frasco de tinta en el centro, cuadernos amarrados con tiras y una foto, pero no en portarretrato, está ahí suelta, como tantas hojas. Esa imagen fue tomada justo el día en que murió el premio Nobel, el 18 de abril de 1955.
Para Einstein, el orden en su oficina no era un tema que le complicara la vida. Hay que anotar que no existían los computadores como hoy ni la posibilidad de guardar documentos en la nube. No sabremos si el escritorio de Einstein en esta época seria igual de alborotado.
¿Orden o caos?
Ambos tienen beneficios. Así lo afirma una investigación de la Universidad de Minnesota y publicada en la revista Psychological Science:”Un entorno limpio lleva a las personas a hacer cosas buenas. No a involucrarse en el delito, tampoco a desperdiciar, muestra más generosidad. Descubrieron, en contraste, que también se obtienen resultados valiosos por estar en un ambiente desorganizado tales como fomentar la imaginación y aceptar el cambio”.
Un estudio de la Universidad de Chicago debate la afirmación de que el desorden del espacio es el de la mente. “Encontramos que el desorden puede mejorar la creatividad de los empleados en la resolución de problemas”.
Opiniones contrarias entregaron exploraciones científicas de la Universidad de St. Lawrence en Nueva York, que concluyeron que un lugar con tanta acumulación y desorden es nefasto hasta para los hábitos de sueño de las personas.
Del barullo de escritorios de exitosos personajes hay archivos fotográficos que demuestran que no solo Einstein, también Steve Jobs, William F. Buckley, Mark Twain y hasta Pablo Picasso necesitaban el desorden para desarrollar sus ideas o, más bien, que no requerían del orden para crear y dejar huella.
Ante la avalancha de artículos para clasificar y organizar habrá quienes prefieran una pila de papeles. Usted ¿de qué lado esta?