Así vive “la orca más solitaria del mundo”
Gracias a Gizmodo, un dron de gran capacidad que filmó los alrededores de MarineLand (un acuario en Ontario, Canadá), se supo cómo vive el animal.
Se ha viralizado un video que tiene como centro de atención a una piscina gigante que hacia el exterior está rodeada por un campo cubierto de nieve, y hacia el interior se constituye, en la casa de Kiska, desde hace más de 11 años.
Kiska es una orca de 4.000 kilos que fue capturada en octubre de 1979 en Islandia con 3 años. Hoy vive en MarineLand, un zoológico temático ubicado en Ontario, Canadá. Es conocida como “la orca más solitaria del mundo”, pues ha sobrevivido a todos sus 20 compañeros de tanque, durante estos 40 años, quienes fallecieron o fueron trasladados por problemas de adaptación; y a sus cinco crías que murieron todas días después de nacer o siendo muy jóvenes.
Según los expertos en fauna marina, citan en el diario El Tiempo de México, “en ese tipo de condiciones, las orcas exhiben una amplia gama de comportamientos anormales y, a menudo, mueren a una edad temprana de infecciones y otras condiciones de salud que son poco comunes en un entorno salvaje”.
Una sentencia que concuerda con la publicada recientemente en Twitter por Phil Dremers, exjefe de entrenadores de orcas de MarineLand y ahora destacado defensor de la liberación de estos cetáceos: “Nuevo video tomado el 14 de enero de 2023 sobre MarineLand y su última orca sobreviviente, Kiska. Sus condiciones continúan deteriorándose mientras flota en la soledad”.
El video:
Por otro lado, un estudio publicado en 2019, y citado por el mismo medio mexicano, sobre las orcas sugiere que ellas son seres “muy inteligentes y sociales”, un aspecto que se debe a que poseen uno de los cerebros más grandes y complejos del reino animal. Además, mencionan el caso de Kiska así:
“Durante años, Kiska ha exhibido una estereotipia, un comportamiento repetitivo anormal, que consiste en nadar hacia una parte particular de su recinto golpeando su cuerpo, lo que sugiere estrés crónico y posible daño neuronal en partes específicas de su cerebro. El bienestar de Kiska es bastante pobre y durante sus años de cautiverio tuvo cinco hijos, y todos fallecieron a edades tempranas. Esa experiencia para ella probablemente fue extremadamente traumática, ya que los lazos familiares, especialmente entre madres e hijos, son extremadamente estrechos e importantes para las orcas”.
Además, hay dos cosas para tener en cuenta. La primera: la organización canadiense defensora de animales, Animal Justice, ha recolectado firmas y ha promovido la liberación de la ballena argumentando que “en Ontario, no solo es ilegal causar angustia física o sufrimiento a un animal, también es ilegal causar angustia psicológica”. La segunda: en 2019 el gobierno canadiense aprobó una legislación para prohibir la cría, y comercio de cetáceos con fines de entretenimiento. Sin embargo, ninguno de los dos argumentos ha logrado que el MarineLand regrese a Kiska a la Antártida.