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Habrían hallado señales de otro universo

Eso sostiene un artículo de Roger Penrose, que tiene una propuesta alternativa al Big Bang.

24 de agosto de 2018

Si lo hubiera dicho otro físico, tal vez pasaría desapercibido, pero si quien lo afirma es Roger Penrose pone a pensar a más de uno: parece haber señales de otro universo.

Claro, puede equivocarse también, pero con otros científicos reportó en un artículo la observación de señales que sugieren eso.

El nuestro no es el primer universo, hay otros, antes del nuestro, de acuerdo con algunos físicos. Están también llenos de agujeros negros.

Se pueden detectar trazas de estos en la radiación cósmica de fondo de microondas, una radiación electromagnética que llena el universo por completo y que surgió unos 400.000 años después del Big Bang o gran explosión que dio origen al universo en el que vivimos.

Es lo que estiman teóricos encabezados por Penrose, quien trabajó en diferentes ocasiones con el fallecido Stephen Hawking en desarrollos teóricos como las características de los agujeros negros.

Él y otros argumentan una versión diferente del Big Bang, llamada Cosmología Cíclica Conforme que expone que en vez de comenzar en una gran explosión, el universo continuamente se expande y contrae, dejando cada vez pequeñísimas cantidades de radiación electromagnética, que algunos llaman los puntos de Hawking.

Penrose, junto al matemático Daniel An de State University of New York y el físico teórico Krzysztof Meiisner de la Universidad de Varsovia, argumenta en el artículo en preimpresión en el journal arXiv, que esas señales son visibles en los datos existentes sobre aquella radiación de fondo.

La base de todo

Los científicos explican en el artículo cómo esos rastros sobreviven de un eón (periodo de tiempo indefinido) al siguiente.

En una respuesta al sitio Live Science, Penrose sostuvo que “si el universo se repite una y otra vez, los agujeros negros engullen todo y en cierto momento solo habrá agujeros negros”.

La teoría de Hawking indica que esos hoyos pierden lentamente alguna parte de su masa y energía a través de partículas sin masa llamadas gravitones y fotones. Si esta radiación de Hawking existe “lo que sucederá es que esos agujeros se encogerán de manera gradual”.

En algún instante se desintegrarán por completo, explicó An, dejando al universo con un caldo de esas partículas sin masa. La cosa acerca de ese periodo de tiempo es que los gravitones y los fotones no experimentan el tiempo o el espacio como nosotros y los objetos masivos del universo.

En ese instante ese universo vacío post agujeros negros comienza a semejar un universo ultracomprimido, donde no hay tiempo ni distancia entre algo. “Luego comienza todo de nuevo”, dijo An.

¿Y las señales?

No son los propios agujeros negros los que se convierten en esas señales, sino, según Penrose, toda esa radiación que emitieron durante miles de millones de años.

Entonces, el tiempo que pasa un agujero disolviéndose por la radiación de Hawking es lo que deja la marca. Sobrevive a la muerte de un universo.

Si se pudiera observar esa señal habría motivos para creer que el modelo CCC del universo es correcto.

Para verla, An corrió modelos estadísticos en distintos parches del cielo, tomó regiones circulares de una región donde las galaxias y la luz estelar no ocultan la radiación de fondo, y junto a otros procedimientos el modelo identificó los puntos de Hawking, esas señales de pasados eones, de otros universos.

¿Se convencerán los físicos? En otro artículo de 2010, Penrose no cautivó a los científicos, que desecharon el posible hallazgo. A la espera de confirmación en este o en el próximo eón.