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El cuervo no es cuna de agüeros: explicación e historia después de lo ocurrido en Japón

Un video que capta el momento exacto en el que cientos de cuervos se posan sobre las calles de Japón le ha dado la vuelta al mundo, pero el hecho no representa nada negativo.

13 de febrero de 2023

Hace un par de días la imagen de cientos de cuervos posándose sobre las calles de Kyoto (Japón) le dieron la vuelta al mundo. Estaban en las calles, en los postes, en los carros, en las motocicletas, en todo lo que se pudieran posar, a tal punto, que los internautas no tardaron tanto en especular que algo malo iba a suceder en ese territorio.

Sin embargo, y antes de que esta anécdota se convierta en un remake de “La idea que da vueltas”, de Gabriel García Márquez, cabe mencionar que hoy en día no hay explicaciones científicas que sustenten ese tipo de afirmaciones y que, por el contrario, es bueno recordar que “los cuervos llegaron a Japón en uno de los barcos del almirante Perry en la época en la cual el país abrió las puertas al mundo exterior.

No queda claro el origen de la presencia del cuervo, puesto que no parece que haya estudios acerca de ello, pero hay que ver que el término en japonés, karasu, se escribe con el alfabeto katakana, que es el utilizado para términos de origen extranjero. Por ello se refuerza la teoría de que el cuervo llegó desde el exterior”, tal como lo cuentan en el diario La República.

Y que una vez allí —continúa la anécdota—, los cuervos, al no encontrarse con depredadores (cosa que no les había pasado en ningún otro territorio), se sintieron en el paraíso y comenzando así un ciclo de reproducción imparable que al día de hoy los convierte en una de las especies más vistas del país nipón.

No son tan malos

En un sinnúmero de oportunidades, el cuervo ha sido asociado a una simbología del mal que abarca a la oscuridad y a los demonios como sus más fieles escuderos. Ha sido enemigo en la cultura judía y en la cristiana, en la literatura de la edad media. En las culturas paganas antiguas y en las europeas, sin contar con que en la cultura moderna y occidental el poema de Edgar Allan Poe, “El cuervo”, y la película de Alfred Hitchcock, “Los pájaros”, parecen haber remarcado y sostenido esas percepciones primarias sobre el animal.

No obstante, a lo largo de la historia también se ha yuxtapuesto su imagen negativa sobre la positiva, por ejemplo, en la mitología nórdica Hugin (representación del pensamiento) y Munin (representación de la memoria), eran un par de cuervos que viajaban al rededor del mundo recogiendo noticias para su dios Odín.

Por su parte, en el relato bíblico “Elías es alimentado por los cuervos” se nota como el propio Dios es quien les da vida, y una connotación profunda, como mensajeros: “Entonces la palabra del Señor vino a Elías y le dio este mensaje: ‘Sal de aquí hacia el oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, al este del Jordán. Beberás agua del arroyo, y yo les ordenaré a los cuervos que te den de comer allí’. Así que Elías se fue al arroyo de Querit, al este del Jordán, y allí permaneció, conforme a la palabra del Señor. Por la mañana y por la tarde los cuervos le llevaban pan y carne, y bebía agua del arroyo”.

Mientras que en “Don Quijote de La Mancha”, el protagonista explicaba que como el Rey Arturo de Inglaterra se había convertido en un cuervo, el pueblo tenían prohibido matarlos, porque al hacerlo, podría matar al rey de todas las épocas.