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Tips de una neurocientífica para “deshabituar” el cerebro, ¿por qué es importante para la salud?

La especialista sugiere introducir cambios y distanciarse de la rutina para maximizar el disfrute de la vida.

22 de abril de 2024

Los sonidos de una gran ciudad, como el tráfico de vehículos, sirenas de ambulancias o el bullicio constante de las calles, pueden generar molestia las primeras veces que se escuchen, pero con el tiempo el cerebro se adapta a ellos y en medio de la rutina del día es probable que no se vuelvan a escuchar.

Lo mismo sucede con el tick-tack de un reloj, el olor a comida en la cocina, la vibración del teléfono en el bolsillo o los aromas familiares en el hogar, como el olor de las velas o detergentes, que puede volverse menos evidente con el tiempo.

Esto se da por el fenómeno de la habituación, que se da cuando el cerebro ignora estímulos constantes o cambios graduales para conservar recursos.

Así lo explica la neurocientífica Tali Sharot en BBC Mundo, quien dice que “es mejor ahorrar esos recursos y prepararnos para la próxima situación que debamos enfrentar”, lo que sugiere una razón adaptativa evolutiva del cuerpo humano detrás de esta situación.

En su libro Look Again: The Power of Noticing What Was Always There (en español “Mira otra vez: el poder de notar lo que siempre estuvo ahí), cuenta que la habituación no solo ayuda a avanzar y superar situaciones difíciles, sino que también puede llevar a la gente a ignorar lo tóxico o placentero en la vida diaria.

Por eso, Sharot propone un enfoque de “hacer una pausa y tomar distancia” de las situaciones para poder verlas con una mirada fresca, destacando tanto lo positivo como lo negativo.

En su investigación, la especialista encontró que los momentos más felices suelen ocurrir al inicio de las experiencias, como las vacaciones.

Lo mismo pasa con las situaciones negativas, como la pérdida de un trabajo o de un ser querido. “Es bueno que con el tiempo nos habituemos a ello porque eso nos permitirá seguir funcionando. Sería muy duro si te sintieras igual de furioso y triste que al principio”, explica.

En su estudio, la neurocientífica descubrió que se puede manipular el cerebro para contrarrestar la inclinación innata de acostumbrarse a las situaciones y dejar de prestarles atención.

”Si haces una pausa en tu vida cotidiana -podría ser por ejemplo en el trabajo, rotando en distintos departamentos, o trabajando en diferentes proyectos- cuando vuelves, podrás ver las cosas más claramente, tanto las malas como las buenas”, asegura.

En ese sentido, su recomendación es distanciarse de las cosas a las que se habitúa en la vida diaria, incluso los mínimos detalles, a fin de romper la rutina y generar cambios positivos.