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Todo lo que debe saber de las exequias, el cónclave y el protocolo para elegir al nuevo Papa

Tras el fallecimiento del jerarca de la iglesia católica comienzan días de protocolo eclesiástico. Desde cómo se dispone el cuerpo, cómo se realizan sus exequias y cómo se elige su reemplazo, todo está bien calculado y preparado.

Periodista, presentadora y locutora. Fui DJ de radio, reportera de televisión y ahora disfruto el ejercicio de escribir a diario. Melómana, cinéfila y seriéfila.

hace 1 hora

La muerte del sumo pontífice acarrea cientos de rituales y protocolos que comenzaron desde el primer momento en que se confirma su fallecimiento (ver gráfico).

Este lunes 21 de abril en la noche, 8:00 p.m. hora de Roma, y según lo confirmó el Vaticano, se realizó el rito de la constatación de la muerte y la colocación en el féretro del cuerpo del papa Francisco en la capilla de la planta baja de la Casa Santa Marta. “Se leyó la constatación del fallecimiento en un acto validado por el cardenal Kevin Farrell, camarlengo de la Santa Iglesia Romana. La ceremonia duró algo menos de una hora”, explicaron.

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Por otro lado, el apartamento papal de la tercera planta del Palacio Apostólico ha sido precintado (con cinta roja) así como del apartamento de la segunda planta de la Casa Santa Marta, donde residía el Pontífice. “Desde esta tarde, los colaboradores han tenido acceso para despedirse del papa”, precisaron.

Y así como seguro lo vio en la película Cónclave, una de las nominadas al Óscar de este año, este sellado se realiza para garantizar la seguridad de todos los documentos y pertenencias del papa fallecido.

Puede ver este infográfico para ver con mayor precisión cómo se dispone su cuerpo.

Según se dio a conocer en el testamento que el mismo papa escribió el 29 de junio de 2022, Bergoglio pidió un sepulcro “sencillo”, en una basílica de Roma dedicada al culto de María.

“Sintiendo que se acerca el ocaso de mi vida terrenal y con una viva esperanza en la vida eterna, deseo expresar mi voluntad testamentaria únicamente en lo que respecta al lugar de mi sepultura”, dice el testamento del jesuita argentino.

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En él, el papa pide que sus restos mortales “descansen, esperando el Día de la Resurrección, en la basílica papal de Santa María la Mayor”, en el centro de Roma.

También da instrucciones precisas sobre su lugar de descanso, “el nicho ubicado en la nave lateral entre la capilla Paolina (capilla de Salus Populi Romani) y la capilla Sforza de la mencionada basílica papal”.

Además Francisco pide un sepulcro “de tierra, sencillo, sin ninguna decoración particular y con una única inscripción: Franciscus”.

Lo que sigue esta semana tras la muerte del Papa Francisco

Este martes 22 de abril, en la mañana, tendrá lugar la primera congregación general de los cardenales, durante la cual podría decidirse una posible fecha para el funeral.

Tras la muerte de Francisco, la gestión de los asuntos vaticanos quedará temporalmente en manos del cardenal camarlengo mientras se celebran los nueve días de exequias y transcurre el plazo para organizar un cónclave que elija al nuevo papa.

El camarlengo actuará como papa “interino”, encargado de administrar la Iglesia hasta la elección del nuevo pontífice, aunque con poderes reducidos.

Para este cargo fue elegido el cardenal irlandés Kevin Farrell, de 77 años, desde febrero de 2019.

“Todos los más altos responsables del ‘gobierno’ de la Iglesia, es decir la Curia Romana, deben dimitir de sus funciones a la muerte del papa, quedando sólo el cardenal camarlengo para administrar los asuntos corrientes de la Iglesia”, explican desde AFP.

Será Farrell entonces quien tome simbólicamente posesión de las propiedades papales, el palacio apostólico del Vaticano, los Palacios de Letrán –sede de la diócesis de Roma– y de Castel Gandolfo, residencia de verano de los papas.

Será quien además convoque las reuniones de cardenales, llamadas “Congregación”. Decide con ellas el día y la hora de la exposición de los restos del papa fallecido, la fecha del entierro -que debe tener lugar entre el cuarto y el sexto día después de la muerte, es decir entre el 25 y 27 de abril- y la organización de los nueve días de ceremonias de duelo.

Así también se fija la fecha del inicio del cónclave, encargado de elegir al nuevo papa, que debe comenzar como muy pronto 15 días (6 de mayo) y como muy tarde 20 días (11 de mayo) después de la muerte del sumo pontífice.

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Todas estas actividades protocolarias fueron promulgadas por Juan Pablo II el 22 de febrero de 1996 con la constitución apostólica Universi Dominici Gregis en la que trata la vacante de la sede apostólica y la elección del romano pontífice y en la que fija todos los plazos para los acontecimientos posteriores a la muerte del papa.

Datos curiosos de los pasados cónclaves y el que viene

Tras la muerte de Francisco los cardenales de todo el mundo deben viajar a Roma para las exequias del sumo pontífice y así participar en las Congregaciones generales (reuniones preparatorias) antes del cónclave.

Haciendo historia, se han vivido dos cónclaves en este nuevo siglo, el que eligió a Benedicto XVI en 2005 y a Francisco en 2013.

De la elección de Joseph Ratzinger como Benedicto XVI se sabe que ganó con 84 votos de 115 posibles y en una cuarta ronda de votación –recordemos que quien gane lo debe hacer por una mayoría de dos tercios más uno– y que en las primeras rondas Jorge Mario Bergoglio estuvo en segundo lugar.

Pasando a la elección de Francisco, el escritor Gerard O’Connell publicó en 2019 el libro La elección del papa Francisco: un relato íntimo del cónclave que cambió la historia en el que entrega detalles de lo que fue la ceremonia que eligió a Bergoglio como papa.

En ese momento los favoritos eran tres cardenales: Angelo Scola de Italia, Marc Armand Ouellet de Canadá y Odilo Pedro Scherer de Brasil, según el escritor. “Sin embargo, muchos cardenales sentían que ninguna de esas tres personas ofrecía un liderazgo realmente inspirador que fuera a llevar una nueva visión y una nueva energía a la Iglesia, así que buscaron una alternativa que sí pudiera hacerlo.

Bergoglio surgió en ese contexto. De los 115 cardenales electores, 68 habían participado en el cónclave de 2005, en el que Bergoglio había quedado en segundo lugar, y sabían que era un hombre profundamente espiritual, no ambicioso, que vivía de forma muy simple y sencilla, que profesaba un enorme amor hacia los pobres y que visitaba de manera regular las villas miseria (barrios pobres) de Buenos Aires”, dijo en entrevista a BBC Mundo cuando lanzó el libro.

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La división de los italianos (28 votos tenían y no fueron todos para Scola), que no hubiera mucha seguridad sobre por quién votar y una charla inspiradora de Bergoglio en las Congregaciones generales movieron la balanza hacia el primer papa de América Latina.

Para esta elección se sabe que los cardenales electores vienen de 71 países, mientras que para la elección de Francisco solo 48 países tenían representación. En este momento son los italianos los que tienen un bloque más grande con 17 cardenales, le siguen los cardenales de Estados Unidos que son 10 y 7 que van por Brasil. Por continente la segmentación estaría así: 54 europeos, 24 asiáticos, 18 africanos, 18 de América del Sur, 16 de América del Norte y 4 de Oceanía.

Y entre todos ellos hay 135 cardenales electores, menores de 80 años, que podrán votar. Ya sean diplomáticos, hombres de terreno, teólogos o mediadores, se baraja ya el nombre de 15 cardenales cuya voz será decisiva durante la votación.

Si bien los observadores suelen presentar a algunos de ellos como “papables” es decir, como favoritos para suceder a Francisco, el resultado del cónclave es siempre imprevisible por lo que cualquier pronóstico es arriesgado.

Todo se sabrá tras dos o tres días de votación en mayo, cuando salga humo blanco de la chimenea improvisada sobre la Capilla Sixtina y se digan las palabras Habemus Papam, en español, “Tenemos Papa”.