Esto hay detrás de una noche de magia y comedia
Todo es bien, sala llena corazón contento es un espectáculo que puede ver este sábado. Una mirada a cómo se organizó.
Me gusta leer historias de terror y creo profundamente en el poder transformador del periodismo. Escuchar a las personas es lo que me apasiona de mi profesión. Comunicadora y Periodista en formación de la Corporación Universitaria Lasallista
Sentir un dolor extraño en el abdomen de tanto reír es lo que buscan los comediantes que le pase al público cuando se paran en el escenario. Y esta vez se juntaron Vicky Berrío, de Acción Impro; Leo Jiménez, músico y trovador; Chicho Arias, de Monólogos sin propina, y Diego Peña, director del programa Qué ha pasado, más un mago, Juanse Lobo, para que las risas se escuchen en el Teatro Panamericana cuando sean las 7:00 de la noche, el sábado.
Detrás hay toda una historia de preparación para que haya aplausos al final. Así funciona:
¿Cómo se hace la comedia?
Al igual que cualquier otro trabajo, los humoristas tienen que pensar, practicar y tener una constancia para brindarle lo mejor a su público.
Diego Peña cuenta que cada comediante utiliza un método diferente para la preparación. Algunos usan notas a mano y libretas, otros grabaciones de audio en los celulares o computadores. “Los comediantes se vuelven unos recolectores de papeles y archivos con ideas y chistes”.
Para hablar de una preparación 100 % estructurada, dice él, solo se podría referir en términos de producción o en lo técnico, debido a que, en la mayoría de los casos, las puestas en escena dependen del estado anímico del público y de otros factores que hacen de la comedia algo orgánico.
La gente no puede observar los nervios, la ansiedad y la expectativa que se siente. “Se vuelve un juego de vida o muerte donde el que da la cara quiere dejar lo mejor”.
En cuanto a difusión, para que la gente conozca el espectáculo que montan, hay muchas llamadas, mensajes, correos y ruegos. También un par de reuniones, “paradójicamente serias”, y hay una compulsión de estar revisando el sitio web para saber cómo van las ventas. Peña expresa que es una gran dosis de masoquismo.
Hacer reír a las personas no es tarea sencilla. Peña precisa que en algunas ocasiones cree tener un chiste contundente y resulta que al compartirlo no funciona. Asimismo hay momentos en los que dicen cualquier cosa y la gente estalla en una risotada que no se esperaba como respuesta.
El que se atreve a ir a un escenario para hacer comedia muestra gran parte de quién es: “El acto se convierte en una especie de confesión porque cuentas mucho sobre ti, pero no todo”.
¿Y qué hay de la magia?
Crear un truco requiere de creatividad y disciplina. Para el mago Juan Sebastián Lobo preparar algunos “juegos”, como él los llama, requiere tiempo. Al momento de diseñar algo nuevo piensa primero en lo que quiere que sienta su público y después busca un método para alcanzarlo.
En su caso utiliza varias metodologías de ingeniería industrial, esa es su carrera profesional, para hacer realidad sus pensamientos. “Todos los días se debe practicar, al menos tres horas, porque si no se pierde habilidad”.
El mayor reto que tiene al hacer magia es sorprender a quienes no les gusta y por eso para cada momento lleva algo que el público no haya visto.
Esa precisamente es la sorpresa que tiene para Todo es bien, sala llena, corazón contento: trucos innovadores.
Por ahora queda un día, antes de que se encuentren en el escenario, que esta vez tiene una buena causa: recoger fondos para dos espacios que trabajan por los niños.