Así se ingresa y
se sale de las glorietas
Con precaución y algo de lógica podrían evitarse algunos accidentes.
El sitio de mayor accidentalidad en Medellín está, precisamente, en la glorieta de la calle San Juan con la avenida del Ferrocarril, según datos de la Secretaría de Movilidad, al año se presentan más de 200 incidentes en ese punto. Y como si fuera poco, el pódium lo complementan otras dos rotondas, la de la Plaza Minorista (alrededor de 150 incidentes) y la de la Terminal del Norte (140 incidentes anuales). Es más, del top de los diez lugares con mayor accidentalidad, ocho son glorietas. La mayoría de choques se producen por alcance (un auto golpea a otro por detrás) o por desatención al tratar de salir de la glorieta por el carril indebido, produciendo una colisión con los que ingresan o también tratan de salir. Entonces, ¿cómo entrar y salir de estas zonas?
Las glorietas, rotondas o como se les llama coloquialmente “rompoy” (degeneración del anglicismo round point), se crearon en la Londres de 1925, es decir, tienen casi cien años de funcionamiento. En Medellín, su difusión comenzó en la segunda parte del siglo pasado. Nacieron como facilitadoras del flujo de tráfico en las intersecciones viales, con el fin de reducir el riesgo de accidentes. “Hay tres momentos clave para evitar la mayoría de accidentes en las glorietas. El primero, especialmente donde no hay paso semaforizado, es tener la capacidad de calcular el tiempo de ingreso al anillo vial para no obstaculizar a quien viene dando el giro; el segundo es el correcto uso de los espejos y el tercero es hacer uso de las direccionales para indicar en qué momento se va a salir del anillo y alertar tanto a quienes vienen haciendo el giro como a los que esperan para ingresar. Muchos conductores piensan que las direccionales son inútiles en los round points, pero al contrario, son más que necesarias”, señala el instructor vial Nelson Arroyave.
Cuestión de prioridades
Según el Código Nacional de Tránsito en su artículo 70, la prelación es la prioridad o preferencia que tiene una vía o vehículo con respecto a otras vías o vehículos y en una glorieta, la prelación siempre la tendrán quienes vienen haciendo el giro en su interior, es decir, los carros que vienen a nuestra izquierda. Hay que dejarlos pasar y permitirles la salida sin invadir su carril.
Es fundamental, también, conocer la salida que vamos a tomar para saber por dónde ingresamos. “Generalmente, una glorieta tiene cuatro salidas, entonces, con base en ello elegimos el carril de acceso. Si vamos a salir por las dos primeras vías, entramos por el carril externo de la glorieta y sobre esa misma vía hacemos el giro. Si vamos a usar tres cuartos de glorieta o todo el anillo, debemos ingresar al carril interior, cuando tengamos a la vista la salida accionamos la direccional a la derecha, confirmamos que la vía está libre usando el espejo retrovisor y así deberíamos salir sin problemas”, complementa el instructor Nelson Arroyave.
Es importante considerar que ya son muchas las glorietas que tienen paso para peatones. Estos siempre tendrán la prelación de pasar por las cebras delimitadas, si la glorieta no está semaforizada.
Errores habituales
Ingresar por el carril izquierdo cuando la salida se va a efectuar en las dos primeras vías, es uno de los errores más frecuentes y es aquí cuando se producen cruces indebidos y se da el riesgo de accidente. Lo mismo pasa cuando vamos a darle casi la vuelta completa y lo hacemos por el carril externo. Quienes van a salir se encuentran con nosotros, impidiéndoles la salida y generando maniobras que pueden terminar en accidente. “Hemos encontrado que quienes toman mal la glorieta por el interior y se dan cuenta de su error, tratan de enmendarlo cruzando casi en línea recta el círculo, esto conlleva un riesgo enorme para quienes vienen haciendo el giro y es aquí donde se producen la mayoría de accidentes dentro de estas vías”, dice el asesor en accidentes de vehículos asegurados Alonso Monsalve.
Otros hacen su ingreso directamente al carril interno y salen por la segunda vía, convirtiendo su trayectoria prácticamente en una línea recta, una de las conductas más peligrosas en una glorieta. También están los que se demoran para iniciar la maniobra de salida y la dejan para lo último, se encuentran con que viene otro auto por el carril derecho y ya es demasiado tarde para corregir y se produce el incidente.
El choque por alcance
Es uno de los accidentes más comunes y no sucede en la glorieta sino antes de ingresar. Se presenta por la desatención de uno de los conductores que acelera súbitamente, sin percatarse de que hay otro vehículo adelante esperando el espacio para ingresar. “Atendemos este caso numerosas veces al día y al año, me atrevería a decir que es, sino el más, uno de los más comunes”, apunta el asesor Monsalve.
Si bien, desde los años 90 comenzó la semaforización de la mayoría de glorietas en la ciudad, facilitando el cruce de peatones y vehículos, es bueno observar siempre los consejos para la salida, pues estos continúan siendo los mismos y la maniobra no ha sufrido modificaciones a pesar de los semáforos