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La juventud se acaba a los 34: así lo reveló un estudio de Stanford; vea los cambios después de esa edad

Según la investigación, a esa edad se dan los primeros cambios drásticos en los niveles de proteínas del plasma que están vinculados al proceso de envejecimiento.

02 de julio de 2024

Desde que los seres humanos empezamos a tener consciencia sobre nuestros cuerpos, también lo hacemos sobre el paso del tiempo, y esa es una verdad irrefutable a la que la publicidad le ha sacado todas las ventajas posibles.

Y para verificarlo solo basta con pasar por el pasillo de cosmética de cualquier supermercado en el que, sin duda alguna, cualquier persona se encontrará decenas de productos que prometen evitar su envejecimiento natural.

Y es que tanto es el boom que tienen que, según Stanpa, la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética de España, cada persona utiliza entre 7 y 9 cremas antiedad, cada día.

Así que viendo lo importante que suele ser para las personas este tema puntual, la Universidad de Stanford realizó en el 2019 un estudio en el que pretendía saber el momento exacto en el que la vejez empieza a ocurrir.

Y lo consiguieron: los investigadores, que reunieron a un total de 4.331 voluntarios que estaban entre los 18 y los 95 años de edad para estudiar cómo se comportaba su plasma (aquella porción de sangre que no tiene células), detectaron que los niveles de proteína en la sangre pueden predecir la edad de una persona.

Es decir, según lo explicaron, los análisis que hicieron demuestran que aunque una persona no tenga arrugas o canas, aún así se encuentra en una etapa de envejecimiento si tiene 34 años, pues justo en ese momento comienza una etapa de cambios notables en los niveles de proteínas, lo cual implica que el cuerpo se verá afectado por una gran cantidad de transformaciones aunque en algunos casos, dichas transformaciones no se noten físicamente.

Lo cual va a suceder, aunque las personas se sometan a mil tratamientos.

Otra conclusión a la que llegaron después de analizar 373 proteínas en la sangre, es que el envejecimiento no es un proceso continuo, y que hay tres momentos específicos de la vida en los que el cuerpo presenta los cambios más bruscos: a 34 (inicio de la vejez), a los 60 (mediana vejez) y a los 78 años de edad (vejez avanzada).

Asimismo lograron establecer que las señales de esta etapa de la vida se presenta diferente entre hombres y mujeres, ya que en los primeros los cambios de las proteínas son más visibles que en las segundas.

“Tras finalizar el estudio y revelar los asombrosos resultados, los investigadores manifestaron que la sangre es uno de los factores más importantes para entender el proceso de la vejez. Este tejido revela información novedosa y aclara mucho más el panorama”, concluyen en el blog Mejor con salud.