¿Sabe cuál es la creación que cumple hoy 70 años?
Periodista de economía de El Colombiano. Oidor de tangos. Sueño con una Hermosa sonrisa de luna.
Grande como un armario, de 13 toneladas de peso y con un precio alrededor de 1,25 millones o 1,5 millones de dólares fue entregado a la Oficina del Censo de Estados Unidos el 31 de marzo de 1951, exactamente hace 70 años.
Se trata de Univac I, el primer ordenador comercial de la historia, considerado una revolución que sigue, impulsada por la pandemia. Y es que hace 70 años, los ingenieros J. Presper Eckert y John Mauchly, entregaron la compleja máquina denominada Universal Automatic Computer I (Univac I) con el objetivo de monitorear el así llamado “baby boom”, es decir, el sustancial incremento demográfico que se produjo en Estados Unidos a principios de los años 50.
Puesto en funcionamiento el 14 de junio del mismo año, se vendieron 46 unidades a algunas empresas y al gobierno de los Estados Unidos, y además de la Oficina del Censo, el Univac I fue adquirido por General Electric, empresa privada que lo empleó en su fábrica de electrodomésticos a Louisville para la gestión de las nóminas de pago de la empresa y para el sistema de control de inventario del depósito.
Pero, ¿qué tiene de tan extraordinario este invento? Paloma Hernández, directora de Primeur España y Latinoamérica, una empresa europea especializada en la integración de los datos, señala que se podría pensar que para esa época el precio de venta, o también su dimensión, aunque la verdadera revolución reside en el hecho de que por primera vez en la historia un ordenador fue utilizado para el procesamiento de los datos, y no solo para ecuaciones matemáticas y cálculos complicados, función principal hasta aquel momento.
Además, sostiene que por primera vez fue utilizado el término “automático”: todos los datos, números y letras, eran almacenados y leídos por una unidad de cinta metálica, sin introducir los programas manualmente. Un dispositivo innovador y visionario que el New York Times llamó “el genio matemático alto 2,42 m”, capaz de registrar y clasificar un ciudadano medio en base al género, estado civil, educación, residencia y otras informaciones en un sexto de segundo.
¿Y qué es lo que ha cambiado en 70 años en la gestión de los datos a nivel comercial? Se podría decir que por primera vez en la historia un ordenador ha adelantado la evolución que se llamaría Integración de Datos, es decir, un complicado proceso de asimilación, mapeo, movimiento y transformación de los datos, necesario para obtener su elaboración y funcionamiento.
Desde Primeur también se explica que hoy la digitalización ha llevado a un crecimiento exponencial de los datos que las empresas tienen que gestionar en manera eficaz y rápida. De ordenadores gigantes se ha pasado a software capaces de gestionar en manera intuitiva, dinámica y segura los datos. “En 70 años la tecnología ha progresado enormemente. El Univac I fue sin duda el precursor de este movimiento que hoy es fundamental para gestionar la operatividad de las grandes empresas del sector público y privado”, asegura Hernández.
A pesar de las dificultades que ambos científicos encontraron en la construcción de Univac I, este desarrollo les aportó grandes satisfacciones y premios. El 4 de noviembre de 1952 un ordenador predijo la victoria a las elecciones presidenciales de Dwight D. Eisenhower con un margen de error de 1%. Desde entonces los americanos tomaron conciencia sobre la importancia tecnológica de esta máquina, tanto que Univac se convirtió en la palabra más común para indicar los ordenadores.
Esta no fue la única invención de los científicos Presper Eckert y John Mauchly: pocos años antes, exactamente en el 1946 planearon Eniac (Electronic Numerical Integrator and Calculator) el primer ordenador electrónico de propósito general de la historia. El proyecto fue comisionado por U.S. Army Ordinance Department que necesitaba un dispositivo capaz de solucionar los problemas de cómputo de las curvas balísticas de los proyectiles artillería. A diferencia de Univac I, este ordenador ocupaba una superficie de 180 metros cuadrados y pesaba 30 toneladas. Además de la dimensión, Eniac consumía hasta 150 kilovatios de potencia: precisamente por esto, la primera vez que lo pusieron en funcionamiento, provocó un apagón general en el distrito oeste de la ciudad de Filadelfia. No es casualidad que la palabra inglés “brainiac”, o sea cerebrito, proviene del primer ordenador electrónico Eniac.
Así desde costar más de 1 millón de dólares y tener un peso de 13 toneladas, hasta entrar en las casas y en las oficinas de todo el mundo, el ordenador ha revolucionado la manera de vivir y trabajar. En el último año la pandemia ha favorecido el mercado de los ordenadores, observando el mejor crecimiento de la última década a nivel global: según una investigación realizada por Financial Times, un estudio de la sociedad Gartner afirma que en el último trimestre de 2020 las unidades de ordenadores enviadas a todo el mundo fueron 79,4 millones, con un aumento de 10,7 % en comparación al año precedente, mientras sobre una base anual hubo un crecimiento de 4,8 % con relación al 2019, con 275 millones de unidades vendidas de más, el dato más alto registrado desde 2010. La sociedad de investigación IDC, en cambio, ha registrado 303 millones de unidades enviadas con un crecimiento de 13,1 % en 2020, mientras Canalys ha afirmado que en el último año los envíos han crecido de 11 % llegando a 297 millones de unidades.
Primeur resume algunas curiosidades sobre Univac I, el primer ordenador comercial de la historia: J. Presper Eckert y John Mauchly casi fueron a la quiebra porque la financiación del Census Bureau solo fue de 400.000 dólares, mientras que el diseño y la construcción del Univac I llegó a costar casi un millón de dólares.
El aparato estaba compuesto por 5.200 válvulas tubulares, todas instaladas en el procesador. Consumía 125 kilovatios y funcionaba a la velocidad de 2.25 megahercios. Era capaz de realizar 445 multiplicaciones al segundo y podía almacenar hasta 1.000 secuencias en la memoria y cada elemento de la memoria podía contener dos instrucciones, un número de 11 cifras y signos o 12 caracteres alfabéticos.