Tecnología

¿Cómo se fabrica un celular? Visitamos una empresa en China y así nos fue

Esta es una de las ocho sedes que tiene Oppo. Conocimos el proceso de ensamble de los equipos. Hay robots que ayudan en varias tareas.

Periodista. Hago preguntas para entender la realidad. Curioso, muy curioso. Creo en el poder de las historias para intentar comprender la vida.

07 de septiembre de 2023

Sacar un nuevo celular al mercado puede tardar casi dos años. En ese tiempo se incluyen los procesos de diseño, producción y pruebas de los millones de dispositivos que se despachan a todos los rincones del planeta.

Son las 11:00 de la mañana en Dongguan, en China. Hace un calor tremendo: la temperatura pasa los 35 grados. En este pequeño poblado está ubicada una de las ocho fábricas que tiene la compañía Oppo y donde se ensamblan los productos electrónicos de la marca que tiene presencia en más de 60 países y cuenta con 260.000 puntos de venta en el mundo. La apariencia del lugar es similar a la de un hospital: por fuera sobresalen las ventanas de cristal y adentro las paredes son blancas. Los pisos brillan y antes de ingresar es obligatorio ponerse una especie de funda de tela que cubren las suelas de los zapatos.

Por los pasillos caminan ingenieros que trabajan en el Laboratorio de prueba de calidad y en la planta de producción donde se ensamblan los equipos. Hay máquinas por todos lados que funcionan los siete días de la semana: están perfectamente afinadas para que no se escape ningún detalle. Unas son robots automáticos, pero otras máquinas sí requieren de apoyo humano.

El proceso de fabricación de un celular aquí es una cadena de tareas que inicia con el ensamble de la tarjeta madre, el componente principal de los dispositivos que es como el cerebro que conecta los componentes esenciales: el procesador, la memoria RAM y ROM, los puertos de entrada y salida, entre otros. En estas máquinas, que parecen unas impresoras, se producen estos chips que en la parte superior llevan unos circuitos hechos en un material metálico (polvo).

Le puede interesar: ¿Usted pagaría $11 millones por un celular plegable?

Después unas máquinas autónomas instalan los terminales, conductores y demás componentes. Cuando ya está terminado esto, las tarjetas pasan por una última máquina (avanzan por unas planchas) que les introduce nitrógeno para que los componentes terminen de soldarse y no se oxiden. En este salón hay siete líneas que realizan este procedimiento: por día salen unas 6.000 placas.

El siguiente paso es el ensamble de cada uno de los celulares. Esto es en otra parte de la fábrica. Antes de ingresar a esta planta se deben seguir varias indicaciones: hay que colocarse un gorro y un delantal de tela, y pasar por una estructura que emite aire fuerte durante cinco segundos para retirar residuos de polvo que quizás estén en la ropa.

Para saber más: ¿Es recomendable dormir cerca del celular? Ojo a las consecuencias de hacerlo

El paso a paso del ensamble es por partes. Lo primero es la estructura vacía a la que se le agregan elementos principales como la tarjeta madre, la batería, los botones externos, entre otros. Luego pasa a otro punto donde le montan la pantalla: aquí se realizan algunas pruebas. Por ejemplo, los conectan durante ocho horas para comprobar si en los primeros segundos de vida funciona correctamente, si los colores de la pantalla son los adecuados. También son llevados a un pequeño cuarto insonorizado para detectar algún sonido irregular que emitan los componentes del teléfono.

Por los pasillos caminan ingenieros que trabajan en el Laboratorio de prueba de calidad y en la planta de producción donde se ensamblan los equipos. Hay máquinas por todos lados que funcionan los siete días de la semana: están perfectamente afinadas para que no se escape ningún detalle. Unas son robots automáticos, pero otras máquinas sí requieren de apoyo humano.

El proceso de fabricación de un celular aquí es una cadena de tareas que inicia con el ensamble de la tarjeta madre, el componente principal de los dispositivos que es como el cerebro que conecta los componentes esenciales: el procesador, la memoria RAM y ROM, los puertos de entrada y salida, entre otros. En estas máquinas, que parecen unas impresoras, se producen estos chips que en la parte superior llevan unos circuitos hechos en un material metálico (polvo).

Le puede interesar: ¿Usted pagaría $11 millones por un celular plegable?

Después unas máquinas autónomas instalan los terminales, conductores y demás componentes. Cuando ya está terminado esto, las tarjetas pasan por una última máquina (avanzan por unas planchas) que les introduce nitrógeno para que los componentes terminen de soldarse y no se oxiden. En este salón hay siete líneas que realizan este procedimiento: por día salen unas 6.000 placas.

El siguiente paso es el ensamble de cada uno de los celulares. Esto es en otra parte de la fábrica. Antes de ingresar a esta planta se deben seguir varias indicaciones: hay que colocarse un gorro y un delantal de tela, y pasar por una estructura que emite aire fuerte durante cinco segundos para retirar residuos de polvo que quizás estén en la ropa.

El paso a paso del ensamble es por partes. Lo primero es la estructura vacía a la que se le agregan elementos principales como la tarjeta madre, la batería, los botones externos, entre otros. Luego pasa a otro punto donde le montan la pantalla: aquí se realizan algunas pruebas. Por ejemplo, los conectan durante ocho horas para comprobar si en los primeros segundos de vida funciona correctamente, si los colores de la pantalla son los adecuados. También son llevados a un pequeño cuarto insonorizado para detectar algún sonido irregular que emitan los componentes del teléfono.

Más adelante, cada equipo es revisado por personal técnico, quienes son los encargados de asegurar que el proceso hasta aquí va bien. Ellos además ensayan los puertos de conexión.

Celulares puestos a prueba

En otro espacio de 7.000 metros cuadrados está el Laboratorio de prueba de calidad de Oppo donde los celulares antes de ser distribuidos son evaluados por más de 300 empleados en aspectos como el diseño, panel, cámara, entre otros componentes. En general, son más de cien pruebas estrictas de resistencia mecánica y adaptabilidad a las condiciones ambientales a las cuales son sometidos. Por estos días, se ponen a prueba unos 2.000 celulares de la próxima generación de la serie Reno que la marca lanzará.

Más adentro hay un salón donde están ubicadas unas cajas grandes de cristal: allí se ven varios celulares plegables Find N3 Flip abriendo y cerrando. Están dentro de estas estructuras donde máquinas automáticas cumplen la función de hacer las pruebas de resistencia de la pantalla para asegurar que el móvil sigue funcionando bien después de abrir y cerrar determinada cantidad de veces: este es un factor para determinar la vida útil de este componente.

En este equipo se pueden contar hasta 6.000 pliegues por día, dijo el ingeniero de pruebas de Oppo Herman Xiao, quien además explicó que el número de pruebas depende del modelo del equipo, pero que suelen ser entre cinco y 20 días.

Le puede interesar: Pantalla más funcional y mejor cámara: así es el nuevo plegable Find N3 Flip de Oppo

En las pruebas mecánicas lo que hacen los expertos es dejar caer los celulares desde diferentes tipos de alturas que se asemejan a las condiciones cotidianas que pueden vivir los usuarios. Son diferentes máquinas: hay una que experimenta caídas de 10 centímetros de alto. En otra, el celular es lanzado desde una altura de un metro sobre una superficie de mármol, es una escena que asemeja la caída del celular desde el borde de una silla o mesa.

Según el ingeniero Xiao, con este tipo de pruebas lo que hacen es asegurarse de la resistencia de los equipos: los seis lados, ocho ángulos y 12 bordes. Además, cada aparato es sometido a una rutina de entre 12 y 32 caídas en promedio.

Otra prueba es la de contracción. Esta máquina lo que hace es generar más de 1.000 torceduras para revisar la resistencia de la pantalla: la dobla. Y en los ejercicios de adaptabilidad del entorno los meten en unas cabinas donde les apuntan con chorros de agua para comprobar qué tan resistentes son a los líquidos.

El siguiente paso es una revisión minuciosa por parte de un grupo de técnicos que lo que hacen es asegurar que el equipo funciona perfectamente luego de los experimentos a los que fueron sometidos. Que le funcionen de manera correcta aplicaciones básicas como la calculadora, opción de llamadas, la cámara, entre otras. Una vez terminado este proceso de prueba, el personal del laboratorio habla con el departamento de desarrollo para que analice las posibles fallas y se puedan solucionar antes de las producciones masivas.

De acuerdo con la agencia de inteligencia de mercado IDC, durante el 2022 Oppo fue la cuarta marca que más vendió celulares en el mundo y en China se ubicó en el tercer lugar.