Ciencia

¿Sí es verdad que hallaron el planeta 9?

Las evidencias son indirectas y solo la confirmación mediante observación óptica dará validez al anuncio. Pero ¿cuándo?

23 de enero de 2016

Muy bonito, pero ¿dónde está? Y es que en ciencia aquello que no se puede comprobar no existe y aplica para el anuncio del posible planeta 9 en nuestro Sistema Solar.

La semana astronómica fue alborotada por el artículo en Astronomical Journal que anunció evidencias de la existencia de ese buscado planeta, revuelo mayor si el autor era Mike Brown, reconocido cazador de objetos lejanos en el Sistema, y Konstantin Batygin, otro reconocido astrónomo del Instituto Caltech.

Sus análisis computacionales sugieren la presencia de un planeta con una masa 10 veces mayor que la de la Tierra y una órbita en promedio 20 veces más alejada que la de Neptuno. Este planeta reside a unos 4.500 millones de kilómetros del Sol.

Las señales

Más allá de Neptuno, la zona transneptuniana, está el cinturón de Kuiper, plagado de cuerpos fríos de distintos tamaños. Allí se han encontrado tres planetas enanos, Eris, Makemake y Haumea y otros menores como Sedna y cuya órbita media es de 500 distancias Sol-Tierra (que es de 150 millones de kilómetros). Brown halló a Eris y Sedna.

En 2014, Chad Trujillo y Scott Sheppard publicaron un estudio que mostraba que 13 de los objetos más lejanos en el cinturón tenían un patrón similar en su órbita.

Brown y Batygin encontraron a partir de ese anuncio que 6 de los objetos descritos por Trujillo seguían órbitas elípticas que señalan en la misma dirección en el espacio. cada uno moviéndose a ritmo diferente. Las órbitas además tenían similar inclinación, señalando a unos 30 grados hacia abajo en el mismo sentido en relación con los 8 planetas conocidos. La probabilidad de que fuera azar es solo 0,007 por ciento. “No podría suceder por suerte”, según Brown.

Así, la investigación continuó para ver a qué se debía, descartando opciones como otro objeto lejano del Kuiper, pues ese jalón supondría que el cinturón debería tener una masa 100 veces la conocida.

Las simulaciones mostraron que al poner un planeta en una órbita antialineada, en la cual el máximo acercamiento al Sol fuera 180 grados del de los demás objetos, estos en la simulación quedaban alineados como están ahora.

Dudas

Pero del dicho al trecho hay mucho. Alessandro Morbidelli, experto francés en dinámica orbital, quien revisó en detalle el paper de Brown, quedó convencido de que el planeta existe, según una nota aparecida en Nature.

“He visto muchas, pero muchas afirmaciones de esas en mi carrera, y todas resultaron erradas”, en palabras de Hal Levison, científico planetario citado en la misma nota. Cree que la probabilidad es baja, como David Lewitt, astrónomo que descubrió el primer objeto en el cinturón en 1992, quien considera también que la significancia estadística del modelo es reducida.

Pero no es solo eso. A la distancia a la que residiría el planeta 9 no es probable que se hubiera formado un cuerpo de ese tamaño durante el surgimiento del Sistema Solar. ¿Cómo llegó allá? Batygin y Brown creen que fue expulsado por un golpe gravitacional de otro gran planeta.

Para confirmar la existencia quedaría la observación directa. Si el planeta 9 anda en su afelio (punto más alejado del Sol en la órbita de un planeta), será más difícil. Hoy solo telescopios como el Hubble y el Subaru tienen la capacidad de detectarlo, pero su campo de visión es muy estrecho, así que hallarlo es como encontrar una moneda en el mar.

El rastreo en infrarrojo del espacio de la misión Wise de la Nasa no halló planeta grande en un radio de 10.000 veces la distancia Tierra-Sol según estudio de Kevin Luhman en 2013. Pero si el planeta 9 es más pequeño que Neptuno, pudo pasar desapercibido para Wise y tendrá que ser buscado en otra longitud de onda.

El trabajo ahora es de los telescopios, tarea nada fácil. Es que ¿por dónde comenzar?.