¿Hay vida en la luna Europa?
Un nuevo estudio entrega datos promisorios. Por eso, se preparan misiones al satélite. Esto fue lo que se halló.
Su exterior es frío, de hecho está congelado pero posee una característica que hoy concita la atención de los expertos: unas columnas de agua que se elevan varios kilómetros sobre la resquebrajada superficie.
Es Europa, una de las grandes lunas de Júpiter en la que se cree existe, bajo la capa exterior, un océano inmenso con el doble de agua que toda la de la Tierra.
Hace unos años, en 2014 y 2016, el telescopio espacial Hubble pareció detectar esos chorros, pero dada la distancia el hallazgo quedó en entredicho. El dispositivo estaba al máximo de su capacidad.
Entre 1995 y 2003 la nave Galileo estuvo de visita por el sistema de lunas del mayor de los planetas del sistema solar. Al volver a analizar los datos enviados, astrónomos encontraron señales de esas columnas de cuando la sonda se acercó a unos 200 kilómetros el 16 de diciembre de 1997.
Los instrumentos a bordo detectaron variaciones en el campo magnético y la densidad de plasma consistente con la presencia de una columna sobre la región de esta luna donde se presentan anomalías térmicas.
Esas variaciones desconcertaron a los científicos en aquel entonces, pero esta vez el análisis sugiere la presencia de esos géiseres.
Las evidencias son convincentes, de acuerdo con Xianzhe Jia, investigador de la universidad de Michigan y cabeza del nuevo estudio publicado en Nature Astronomy.
Los datos de Galileo y el Hubble coinciden en el mismo punto cerca al ecuador.
Y si hubiera vida
¿Qué significa ese chorro que brota del interior de Europa? Indica que se podría examinar el líquido sin necesidad de horadar la superficie y que no se puede descartar la presencia de alguna forma de vida. Parece la región del Sistema Solar más promisoria para hallar esas señales.
Bueno, junto a la luna Encelado en Saturno que mantiene también una incesante actividad de más de 100 géiseres que envían agua y otras partículas al espacio.
El océano en esta luna de Júpiter parece estar en contacto con su núcleo, siendo posible una serie de interacciones químicas.
Si estas se dan y permiten el florecimiento de alguna forma de vida, solo se puede saber yendo al sitio.
El diseño de la misión
La otra inquietud es si la Nasa está dispuesta a visitar Europa y la respuesta es: sí. De hecho, parte del proyecto ya está financiado en el actual presupuesto y en el de 2019. La intención, hasta ahora, es enviar un orbitador que despegue en 2022.
Se busca enviar una nave que se acerque hasta a 25 kilómetros y pase a través de los chorros para analizar sus componentes y envíe datos del océano oculto bajo la gélida superficie.
Europa Clipper, como se bautizó, dispondrá de nueve instrumentos científicos para estudiar la intrigante luna, incluido un radar de penetración que determinará el grosor de la capa externa que cubre el océano.
Pero habría otra misión posterior, parcialmente financiada que intentaría algo no logrado hasta hoy: aterrizar en una luna y analizar de cerca su superficie y subsuelo.
Apenas se hizo el anuncio la semana pasada: “es oficial. Estamos aceptando propuestas para los instrumentos que se incluyan en un explorador robótico que pueda ir a la superficie de la luna Europa”, expresó Thomas Zurbuchen, cabeza del grupo de la ciencia en misiones de esa agencia.
La apertura no quiere decir, sin embargo, que ese explorador sea un hecho. De consolidarse y financiarse, no partiría antes de 2025.
El misterio prosigue: ¿prospera la vida en Europa?.