Ciencia

Secuencian el extraño genoma de la calabaza de Halloween

30 de octubre de 2017

Son las reinas de Halloween sobre las que descansan buena parte de las decoraciones para la celebración y, no se crea, son extrañas. Científicos acaban de descifrar el genoma de dos especies de calabazas, Cucurbita maxima y Cucurbita moschata, encontrando que han tenido una evolución muy particular.

Las calabazas son cultivadas en casi todo el mundo, aunque la mayor producción es asiática, con dos tercios del total, siendo usadas para decoración y en países en desarrollo como alimento en diferentes preparaciones culinarias.

¿Pero qué hace tan extrañas a las reinas del Halloween?

Las Cucurbitas tienen genomas grandes, con 20 pares de cromosomas, por solo 11 de la sandía y 7 del pepino. Esto sugiere que su genoma se expandió hace mucho más tiempo. En verdad, descubrieron los científicos, la calabaza es la combinación de dos genomas antiguos.

Esta es una planta diploide, es decir con dos copias de cada cromosoma, pero hace entre 3 y 20 millones de años, dos especies ancestrales se combinaron para crear una especie tetra, con cuatro copias de cada cromosoma.

Cuando eso sucede, el genoma se va acortando y se pierden genes, transformando la especie de nuevo en diploide. Y uno de los genomas domina sobre el otro para retener más genes, fenómeno que se ve en el maíz y el algodón.

Pero este no es el caso de las calabazas: perdieron sus genes al azar, contribuyendo ambos al genoma. Es más, el cromosoma ancestral permaneció intacto, dejando la moderna calabaza con dos subgenomas, de las dos especies que contribuyeron a la mezcla.

Esos genomas, publicados en Molecular Plant, fueron secuenciados por investigadores del Boyce Thompson Institute (BTI) y el National Engineering Research Center for Vegetables en Beijing.

Un sendero evolutivo especial que condujo a la actual calabaza tan usada y fotografiada hoy, día del Halloween.

Para que lo piense cada que decore una o... la vaya a consumir.