Ciencia

Nuestra galaxia también ‘patea’ estrellas

27 de febrero de 2018

Algunas de las estrellas que están en el halo, la parte externa de nuestra galaxia, parecían encontrarse allí tras la interacción con una galaxia pequeña pero ahora científicos reportaron un sorprendente hallazgo.

En un artículo en Nature presentaron evidencias claras de que esas estrellas residían en el disco de la galaxia, pero por algún motivo fueron ‘pateadas’ y expulsadas de su lugar de origen.

Una galaxia como la nuestra tiene en su estructura el bulbo, en la zona central; el disco, área más bien aplanada donde se encuentran los brazos galácticos; y el halo, parte externa del centro y más difusa.

El grupo de astrónomos encabezados por el Max Planck Institute for Astronomy (MPIA) estudió grupos de estrellas en el halo y determinó que no son el producto de residuos por la interacción o colisión con una galaxia pequeña sino que son resultado de un fenómeno llamado expulsión galáctica, dijo Judy Cohen, coautora, del Caltech.

“Estas estructuras son empujadas fuera del plano de la Vía Láctea cuando una galaxia enana pasa a través del disco galáctico. Este paso provoca oscilaciones y ondas que expulsan las estrellas del disco bien hacia arriba o abajo, dependiendo de la dirección en que se mueve la masa que causa la perturbación”.

Esas oscilaciones se puede comparar con las ondas del sonido de un instrumento musical, en palabras de Maria Bergemann, cabeza del estudio. “Este timbre lo llamamos galactosismología, que había sido predicha hace décadas. Ahora tenemos la evidencia más clara de estas oscilaciones en el disco galáctico”.

Para el hallazgo se basaron en la abundancia de químicos, que tal como el ADN, permite identificar la familia de la estrella. Diferentes poblaciones estelares, como las del disco o halo de la Vía Láctea, las galaxias enanas satélites (de la nuestra) o los cúmulos globulares (agrupaciones de estrellas) tienen cada una distintas composiciones químicas.

Los científicos estudiaron 14 estrellas en dos estructuras diferentes del halo, el Triángulo Andrómeda y el denominado A13, que se encuentran en dos direcciones opuestas del cielo a unos 14.000 años luz encima del plano galáctico.

Al comparar los resultados se encontró que su espectro es muy similar al de estrellas en el disco, indicando que se formaron allí pero fueron expulsadas en un pasado lejano.