Ciencia

¿Se puede hacer mantequilla en el espacio interestelar?

03 de julio de 2018

Si una nave espacial tuviera plumillas en funcionamiento, harían que la ventana de la nave se engrasara. Sí, porque el espacio también es algo pegajoso, grasoso.

Eso concluyeron científicos en un particular estudio.

Entre el polvo, el gas y la radiación electromagnética entre las estrellas en la Vía Láctea, también hay un componente tóxico: grasa. Es una forma aceitosa de carbono unido a hidrógeno, llamado carbono alipático, uno de los tipos de este elemento enviado al espacio por las estrellas y debe ser parte de la formación de nuevas estrellas y planetas.

Los investigadores calcularon cuánta grasa hay en nuestra galaxia y lo publicaron en un artículo en el journal Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

El grupo de astrónomos de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia y la Universidad Edge en Turquía, hay cinco veces más grasa de lo que se intuía.

Llegaron a esa conclusión con un modelo en laboratorio, comparado con observaciones previas de la galaxia.

Así, encontraron que debe haber 11 billones de trillones de trillones de toneladas de moléculas de carbono grasoso en la galaxia, equivalente a 40 trillones de trillones de trillones de empaques con mantequilla.

“La grasa espacial no es esa que a uno le gustaría esparcir en una rebanada de pan”, aclaró el autor principal, Tim Schmidt. “Es sucia, probablemente tóxica y solo se forma en el ambiente del espacio interestelar y en nuestro laboratorio”.

Para él, tal vez, el viento solar mantiene esa grasa alejada de nuestro Sistema Solar.

Los científicos determinaron que hay cerca de 100 átomos espaciales de grasa por 1 millón de átomos de hidrógeno, respondiendo por entre ¼ y ½ del carbono interestelar de la galaxia.

Para ellos, conocer esta grasa espacial ayuda a entender más la galaxia, pues el carbono es un bloque fundamental de la vida, así que sabiendo cuánto hay en varias formas en el medio interestelar podría dar una pista sobre la probabilidad de formación de sistemas solares albergando vida.