Vivimos en la sociedad del meme
No se necesitan conocimientos técnicos para crear estos contenidos que se viralizan en redes sociales.
Investigo sus denuncias. Periodista por convicción, hago parte de la unidad de Interacción y Comunidades.
Por más barreras de protección que tengan presidentes, futbolistas, estrellas de la farándula y gente del común, ninguno se puede salvar de terminar convertido en meme, una imagen, video o texto cargado de humor, que surge después de alguna situación, noticia u hecho que causa impacto o indignación.
Son contenidos que se propagan en internet como si fueran virus. Y aunque parezca difícil de creer, el término meme no se creó con el Internet. Al parecer, fue acuñado en 1976 por el científico británico Richard Dawkins en su libro El gen egoísta. Este habló de los rasgos culturales que se replican y circulan por una selección natural en la que el más fuerte sobrevive y, como los genes, el más débil desaparece. Estos, para él, eran memes.
Mauricio Velásquez, profesor de cibermedios de la Universidad Eafit, le atribuye sus orígenes a una época más lejana, aunque no se utilizara la palabra meme. Se refiere a los cuarenta, cuando la gente intervenía afiches de propaganda nazi y los rayaba con comentarios satíricos. “Hoy, a diferencia, no existe tanta censura técnica o tecnológica, así que cualquier persona puede tomar una imagen, transgredirla y compartirla en las redes”, afirma.
Todo cambia
Hace apenas 7 años, algunas imágenes se popularizaron y se compartieron masivamente en internet bajo el concepto de meme. Webs como 4chan (foro de publicación de imágenes) y Reddit (agregador de noticias) fueron los escenarios que propagaron la caricatura Rage Guy (chico con rabia), un reflejo de un acto cotidiano que genera furia (ver imagen 6), y otras imágenes similares conocidas como Rage Faces (rostros de ira) que, dibujadas con programas básicos de diseño como Paint, expresan emociones ante situaciones de la vida diaria.
Después de esto, surgieron otros dibujos parecidos, que expresan otras emociones como Forever Alone (por siempre solo), Okay (resignación) o Mother of god (madre de Dios). El profesor Velásquez explica que lo importante en un meme no es la estética del dibujo sino el mensaje que, difundido de manera masiva, se vuelva popular.
Actualmente existen portales especializados en la generación de memes (Meme Generator) que le permiten a cualquier persona, así no tenga conocimientos o habilidades para diseñar una imagen, hacer sus propios contenidos a través de plantillas. Por lo tanto, quien accede a Internet es un potencial creador.
No hay una receta perfecta para que un contenido se vuelva viral o no. “Hacer memes no depende de la creatividad sino de aprovechar la oportunidad, es saber conocer la importancia y relevancia de crear uno en el momento indicado”, asegura el experto Velásquez.
Generalmente son imágenes acompañadas de textos, pero en Latinoamérica han sido los videos los que primero se han viralizado, de acuerdo con la explicación de Diego Montoya, magíster en comunicación y creación cultural de la Universidad CAECE de Argentina. El primero fue La caída de Édgar, un video publicado en marzo de 2006 en Youtube que muestra cómo un niño mexicano se cae a un río por una broma de su primo. Aunque el filme original ya no se encuentra en Internet, una de las versiones más antiguas publicada el 8 de mayo de ese año cuenta con más de 44 millones de reproducciones.
En Colombia, dice Montoya, uno de los primeros contenidos que se viralizó fue el video de Doña Gloria (2011), en el que una señora de Medellín en el metrocable grita todo tipo de groserías por el susto que le genera el viaje. Aunque la versión original también fue eliminada, tiene numerosas copias en Youtube entre las que se encuentra una que ha sido vista más de siete millones de veces.
En Colombia, el número de conexiones a internet en 2014 llegó a 10.617.215, según cifras del MinTIC, y esto, según Montoya, ha hecho que situaciones como la de “Doña Gloria”, que antes se quedaban en privado, sean del conocimiento de millones de personas.
A pesar de lo efímera que pueda ser la popularidad de un meme, como es el caso de los protagonistas de los escándalos de “usted no sabe quién soy yo”, por ejemplo, tanto Velásquez como Montoya ven importante este fenómeno, porque ha permitido a las personas del común, que compartieron el contenido, poner en la agenda de los medios de comunicación la información y a las demás personas que crearon memes con base en estos, tener una relación con las noticias a través de las redes sociales.
Para el profesor Velásquez, mientras se viva en una sociedad tan conectada como la actual en la que un partido, un desastre natural o una ceremonia de premiaciones seguida por millones de personas en diversas regiones del planeta permitirá que quien tenga una anotación graciosa, que de alguna manera represente lo que están pensando muchos en un momento, pueda compartir esto en la web y crear así un meme..