Reinvención

En un mundo globalizado donde los cambios se suceden a una velocidad exponencial, las empresas y las grandes compañías tienen el reto enorme de, por un lado, mantenerse vigentes en el día a día que les impone su negocio, y por el otro, ser cada vez más competitivas no solo en la inmediatez, sino en el largo plazo. Esto se puede lograr de varias formas. Innovando productos o servicios de acuerdo con sus diferentes líneas o modelos de negocios. O bien, desarrollando productos basados en adyacencias, o sea, basados en nuevas capacidades que se adquieren con el tiempo. Hoy día, cada vez es más común ver compañías que no solo se concentran en analizar su competencia, sino también buscan observar otras industrias que sirvan como fuente de ideas para el desarrollo de nuevos productos o innovaciones. A la vez, analizan tecnologías emergentes que probablemente llegarán al mercado y pueden afectar o beneficiar el negocio que les compete.
Por ejemplo, un fabricante de lavadoras no podría en ningún caso ser ajeno a los nuevos rumbos que desde los laboratorios está tomando el sector textil y debería analizar el futuro de los nanotextiles y cómo estos incidirán en su negocio en los próximos años. Lo cual ocurrirá con mayor probabilidad no dentro de 10 o 15 años, sino seguramente dentro de los próximos 3 o 4. Todo gracias a la velocidad de cambio de la tecnología y a la posibilidad actual de prototipar cada vez más rápido.
En la Universidad de RMIT en Australia, desarrollaron a nivel de laboratorio, una tela de algodón con nanoestructuras de plata y cobre, con gran capacidad para absorber la luz y de degradar la materia orgánica cuando se expone a la luz. Significa esto que, probablemente veremos pronto en el mercado ropa que se autolimpiará al cabo de unos minutos de exposición a los rayos del sol o a luz artificial. ¿Impactará este desarrollo los fabricantes de lavadoras? Es difícil saber qué tanto, pero lo que sí es seguro es que lo hará. Estos avances, al igual que otros como las impresoras 3D donde ya se pueden imprimir más de 60 tipos de materiales y muchos de ellos en nuestras casas, o las telas con nanocámaras para ayudar a la memoria de corto plazo, o la realidad virtual para poder estudiar desde la casa sin necesidad de tener que desplazarse al colegio, o el carro autónomo, cambiarán muchas industrias, surgirán nuevas empresas, cerrarán otras y se modificarán los comportamientos de las personas.
Las empresas deben ser sostenibles y generar valor. Para lograrlo, la reinvención es fundamental. Lograr redefinirse, mirar nuevos horizontes de crecimiento, entender el cambio y el rumbo que define la tecnología para el mundo es fundamental en este propósito de la supervivencia que todas tienen hoy como reto. El cambio y su velocidad exponencial son determinantes para el futuro de una empresa. Una empresa que hoy día no gestione la innovación y la tecnología, que no conozca sus rutas tecnológicas y no sepa dónde están las fuentes de información y conocimiento que le habilitan sus capacidades, no sobrevivirá en el tiempo. No adaptarse y no innovar, son dos cosas, que ninguna empresa que quiera estar vigente, puede permitirse en el mundo actual .