“Lo que no dijo Trump”
En su discurso sobre El Estado de la Unión del pasado 31 de enero, nada dijo el presidente Trump sobre el cambio climático. ¿Por qué no dijo nada? Se pregunta Brad Plumer en su artículo publicado sobre el tema al día siguiente en el diario The New York Times. Simple y llanamente, porque este tema no es prioritario para él, responde Plumer.
Y continúa así: “Para comenzar una reseña de lo que ha hecho su administración, se debe iniciar recordando que desmanteló Trump casi todas las regulaciones relacionadas con el cambio climático. Esto incluyó la eliminación del Plan para la Energía Limpia, con el cual se estaban reduciendo las emisiones de las plantas generadoras de electricidad, y se retiró del acuerdo de París para combatir el cambio climático”.
“Reconozco, empero, que los desaciertos del señor Trump no han logrado suspender las tendencias reinantes en todo el país con el fin de reducir las emisiones. En numerosos estados, como California y Nueva York, las autoridades están desarrollando sus propias políticas locales. La industria del carbón, responsable de la cuarta parte de las emisiones del país, continúa rebajando, empujada por las fuentes de energía más baratas como el gas natural, el viento y la energía solar”.
“A pesar de los aranceles que les acaba de imponer el señor Trump a los paneles solares importados, las energías renovables están resultando menos costosas que las fuentes tradicionales. Los vehículos eléctricos también están abriéndose camino. Otros países siguen mejorando sus acuerdos internacionales sobre el clima, sin la participación de los Estados Unidos”.
“Justo mencionarlo, existen dos dinámicas opuestas, las retrógradas de la administración Trump contra la energía limpia, y las progresistas del resto del país y del mundo pro aire limpio. En 2017, la batalla la ganaron las progresistas con una reducción en las emisiones de dióxido de carbono del 25%. Algunos vaticinios hablan de un pequeño aumento tanto este año como en adelante”.
“Autorizados científicos advierten que hemos llegado al punto sobre el cambio del clima en el cual los daños acumulados ya no nos permitirán una guardia moderada para estabilizar las temperaturas globales durante este siglo, para evitar cambios irreversibles en el clima de la Tierra, en los casquetes polares y en los frágiles ecosistemas”.
“No será suficiente para las emisiones en los EE.UU. y en otras grandes economías conformarse con no aumentar ni con declinar levemente. Se exigen reducciones drásticas para llevar la contaminación a cero a mediados del siglo. Unos pocos años de tardanza podría hacer la tarea mucho más difícil”.
“Existe una ardua tarea dictada por las leyes de la física, tarea en la cual importan tanto la velocidad del cambio como la dirección. En este contexto, cualquier inconveniente pude engendrar severas consecuencias”.