Columnistas

La experiencia no se improvisa

17 de agosto de 2015

En nuestra cultura, no valoramos a las personas que durante toda su vida se han formado en diferentes áreas, han adquirido el conocimiento de las artes y oficios y poseen la experiencia que nunca se improvisa, porque ella se va incorporando al ser en la medida que se experimentan los diferentes momentos de la vida laboral.

Así mismo aquel conocimiento se está desperdiciando después de que el Estado ha invertido tiempo y dinero para preparar a la persona durante toda su vida, están perdiendo también las empresas cuando consideran que una persona jubilada o en edad de lograrlo, debe retirarse sin considerar todo el bagaje que ha adquirido durante su permanencia en ella; tampoco consideran que esos empleados pueden aportar mucho en asesorar a quienes se inician en su vida laboral, en especial en las artes y oficios. En otras naciones de Europa y en Estados Unidos, a las personas maduras se les da la oportunidad de continuar aportando su conocimiento a la sociedad, teniendo en cuenta que los jóvenes pueden tener la iniciativa de lo innovador, pero los mayores el tino para las decisiones acertadas.

Los parques biblioteca y las instituciones de educación pública de Medellín y en las diferentes localidades del departamento que cuentan con un nuevo parque educativo, tienen un enorme potencial, para promover la vinculación del adulto mayor a las instituciones educativas, con el fin de permitir la transferencia de conocimiento en las artes y oficios a los demás aprendices.

Existe la posibilidad de crear la universidad del adulto mayor, para que este pueda continuar preparándose con el fin de incrementar su capacidad de aportar más conocimiento a la sociedad, y tener una cátedra para instruir a los estudiantes que inician sus prácticas en institutos y universidades de instrucción técnica y aún el mismo Sena.

La mayoría de los adultos que deseen seguir aportando su conocimiento y experiencia, no necesariamente requieren mayores ingresos, porque los tienen asegurados con su jubilación y solo requerirían algunos emolumentos para su manutención; pueden seguir siendo útiles a la sociedad y ese estímulo les dará la oportunidad de ocuparse y ser tenidos en cuenta.

Existe en el medio una falsa creencia que un adulto le quita el empleo a un joven que se inicia laboralmente, pero si se aprovecha esa experiencia del mayor, el período de inducción podría ser menor y por ende el costo de capacitación del aprendiz; así mismo la posibilidad de errores se minimiza, al tener la posibilidad de tener el control de un experto frente a las ejecuciones.

En el país existe el programa “Colombia Mayor” que protege a los adultos en situación de discapacidad, abandono o indigencia, pero no existe una institución que tenga planes estructurados para que un jubilado en capacidad de aportar más a la sociedad, pueda vincularse a instituciones que le permitan sentirse útil, porque hoy todos los esfuerzos están enfocados a mantener entretenidos a los mayores con los planes de las cajas de compensación familiar y del municipio, pero ninguno que les permita aportar su conocimiento y seguir creciendo como personas.