La desigualdad en Colombia
Por Armando Estrada Villa
En los últimos diez años Colombia, según el Dane, siempre ha tenido un índice Gini por encima de 0,5. Para las Naciones Unidas superar el 0,4 es inquietante, ya que muestra una realidad económica de polarización entre ricos y pobres”.
Por Armando Estrada Villa - redaccion@elcolombiano.com.co
El instrumento que se emplea para calcular la desigualdad de un país determinado es el índice o coeficiente de Gini, que es una fórmula para medir la disparidad de ingresos entre los miembros de una sociedad y que revela la desproporción entre los ingresos de los más ricos y los más pobres. Se trata, por lo tanto, de una medida estadística que sirve para conocer la desigualdad de ingresos entre los habitantes de un Estado.
El valor del índice se encuentra entre 0 y 1, significando 0 que los ingresos están distribuidos equitativamente entre toda la población, esto es, que se llega a la máxima igualdad, mientras que 1 representaría una situación hipotética en la cual solo una persona posee toda la riqueza, es decir, que se presenta la máxima desigualdad. Mientras más alto el índice, mayor la desigualdad de los ingresos de la población, lo que implica que unos pocos perciben más que el resto de la población. En contraste, mientras más cercano a 0, menor la desigualdad.
En los últimos diez años, Colombia, según el Dane, siempre ha tenido un índice por encima de 0,5: en 2012, 0,526; en 2021, 0,523. Para la Organización de las Naciones Unidas, un índice de Gini superior a 0,4 es inquietante, ya que muestra una realidad económica de polarización entre ricos y pobres, lo que puede generar descontento social y agitación, así como puede derivar en manifestaciones de protesta, ya que un país altamente desigual se asocia con un país con poco bienestar económico para parte importante de la población.
Según el estudio del índice Gini realizado por el Banco Mundial, que comprende 171 países, los más igualitarios en el mundo son Eslovenia, con 0,246; República Checa y Eslovaquia, con 0,250; Bielorrusia, con 0,253; e Islandia, con, 0,261. Al contrario, los más desiguales son Suráfrica, con 0,630; Namibia, con 0,591; Surinam, con 0,579; Zambia, con 0,571; Botsuana, con 0,533. A su vez, en América Latina y el Caribe son los más igualitarios El Salvador, con 0,388; Uruguay, con 0,397; Haití, con 0,411; Perú, con 0,415; y Argentina, con 0,429. En sentido opuesto, aparecen como más desiguales Brasil, con 0,534; Colombia, con 0,523; Santa Lucía, con 0,512; Panamá, con 0,499; y Costa Rica, con 0,483. La desigualdad por ingresos de Colombia, con 0,523, se presenta como la más alta de los Estados miembros de la Ocde y la segunda más elevada de América Latina y el Caribe, solamente superado por el índice de Brasil, con 0,534. El promedio para los países de la Ocde es 0,365 y para los países de América Latina y el Caribe es 0,460.
Sobre las consecuencias económicas de tanta desigualdad, para el Banco Mundial “el 10 % de la población más rica recibe 11 veces más ingresos que el 10 % más pobre”. Vale la pena destacar que, de los 171 países con índices calculados, solo 17 están por encima de 0,5 y entre ellos está Colombia, lo que la muestra como el segundo en desigualdad en América Latina y como uno de los más desiguales del mundo, situación que es bien preocupante y hasta alarmante, ya que un índice tan alto aumenta los niveles de pobreza y reduce considerablemente el impacto del desarrollo económico destinado a reducirla.