Columnistas

JUGANDO A LA RULETA RUSA

08 de abril de 2020

Mientras la mayoría de las naciones luchan desesperadamente por detener el coronavirus y, con ello, aminorar las pérdidas de vida entre sus ciudadanos, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), presidente de México, y Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, parecen empeñados en jugar a la “ruleta rusa” con la salud de sus pueblos, negando repetidamente el peligro mortal que dicho virus significa.

En medio de esta dolorosa pandemia, cuando el número de contaminados y de muertos aumenta exponencialmente en el mundo, da verdadera furia oír a AMLO y a Bolsonaro haciendo y diciendo “payasadas” sobre una amenaza tan real.

A la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de evitar el contacto personal, no salir a las calles, ni asistir a reuniones numerosas, donde el contagio se puede multiplicar, AMLO respondió diciendo que, al contrario de lo recomendado, este era el momento de abrazarse, acercarse y no de alejarse de la gente. Además, instó a los mexicanos a salir a las calles, almacenes, restaurantes, a continuar su vida normal.

Bolsonaro, por su parte, calificó al coronavirus como un “resfriado miserable”. Y, hasta hace poco, solo ha hecho esfuerzos para que la amenaza del virus no se tome en serio en Brasil. Este hombre, líder del país latinoamericano más populoso, ha cuestionado, absurdamente, las medidas recomendadas por todas las organizaciones de salud del mundo; inclusive, la de practicar el confinamiento y el distanciamiento personal para combatir la pandemia

Causa pánico, oír y ver tanta irresponsabilidad de parte de líderes de naciones tan populosas, susceptibles de una enfrentar una verdadera tragedia humana, por su deficiente infraestructura sanitaria, la pobreza de gran parte de su población y la falta de liderazgo de sus presidentes. ¿Qué sucederá a los más de 16 millones que habitan en total hacinamiento y miseria en las favelas brasileras?

No son estos los únicos líderes latinoamericanos que han cometido errores combatiendo esta pandemia. Pero la mayoría han recapacitado responsable y acertadamente. Inclusive algunos, desde un comienzo, como los presidentes Iván Duque, de Colombia, y Martin Vizcarra, de Perú, han merecido elogios, nacionales e internacionales, por su rápida y efectiva actuación.

Vale destacar las posiciones políticas de AMLO, extrema izquierda, y Bolsonaro, extrema derecha, como una confirmación de que la estupidez se da en todos los matices políticos.

¿Cuántas vidas va a costarle a sus países su irresponsabilidad? Jugar a la “ruleta rusa” con la vida de su pueblo, cuando la mayor obligación de un líder es precisamente defenderla, es un crimen por el que deberán responder cuando esta desventurada situación haya pasado.