JESÚS, MARÍA Y JOSÉ, REFUGIADOS
Un pesebre donde Jesús, María y José aparecen como si fueran refugiados ―encerrados en jaulas separadas con alambre de púas― ha desatado una controversia nacional desde que abrió sus puertas en una pequeña iglesia de California, en el sur de Estados Unidos.
Perpetuando una tradición de ocho siglos que empezó con Francisco de Asís en la ermita de Greccio, en Italia, para conmemorar el nacimiento de Jesucristo, la pastora Karen Clark Ristine, de la Iglesia Metodista Unida de Claremont, construyó su pesebre de este año representando el drama de la familia de refugiados más famosa del mundo, la familia de Jesús. La idea, según ella, surgió de la pregunta de ¿qué pasaría si esta familia buscara refugio hoy en Estados Unidos?
La iglesia está situada a unos 50 kilómetros al este de Los Ángeles. El pesebre se halla al aire libre, a pocos metros de la iglesia. Las jaulas están separadas a un metro de distancia una de otra, en una especie de corral cercado con alambre de púas. En la primera jaula está la imagen de José, del tamaño de un hombre, vestido con túnica de viajero. En la segunda, se encuentra María, quien viste un hábito y un manto blancos. Ambos miran con tristeza la jaula del medio, donde Jesús está solo, acostado en una cuna de madera, envuelto en una frágil manta de papel de aluminio, como las que les entregan a los refugiados en los centros de detención de inmigrantes. Los tres parecen campesinos apresados por la Patrulla Fronteriza de EE.UU.
La foto del pesebre dio la vuelta al mundo, fue compartida miles de veces en las redes sociales y fue reproducida por los principales periódicos del país.
“En el pesebre, esta navidad, la Sagrada Familia toma el lugar de las miles de familias sin nombre separadas en nuestras fronteras”, dijo la pastora Clark en Facebook. “Imagínense que José y María son separados allí y que Jesús es arrebatado de su madre y colocado tras las rejas de un centro de detención de la Patrulla Fronteriza, donde más de 5.500 niños han estado separados de sus padres en los últimos tres años”.
La periodista Lizet Marquez recordó que esta no es la primera vez que los pesebres de la iglesia de Claremont provocan controversia. En años anteriores, José y María fueron presentados como refugiados de la guerra en Irak y como inmigrantes mexicanos detenidos por “la Migra”, la temida policía migratoria estadounidense. Hace cinco años, el pesebre representó a María como una madre sin hogar, con su ropa mojada, y descansando en una terminal de autobuses de la frontera, con los enseres de su familia empacados en bolsas y amontonados en un carrito de compras de un supermercado.
El pesebre ya tiene una réplica en la iglesia de la Founders Metropolitan Community Church, en Los Ángeles, donde también usaron jaulas para encerrar a la sagrada familia igual que en los centros de detención de inmigrantes. Allí la gente puso avisos junto a las imágenes. El del niño Jesús dice: “Para adopción”. El de José y María dice: “Para detención y deportación”.
“Nuestro temor es que si María, José y Jesús vinieran hasta la frontera en 2019 podrían ser separados y ¿qué podría ser de esa familia separada con el niño en un centro de detención, la madre en otro y el papá en otro? Nosotros creemos que es injusto separar familias en la frontera”, dijo la pastora Clark a los periodistas que la entrevistaron. “Hemos conocido su difícil situación; hemos visto cómo estos solicitantes de asilo han sido recibidos y tratados por el gobierno de Donald Trump. Queríamos que la sagrada familia sustituyera a esas personas sin nombre porque también son refugiados”.