Impactos del riego comunitario
El BID publicó recientemente los resultados de la evaluación de impacto del programa de riego comunitario “Programa Nacional de Riego con Enfoque de Cuenca (Pronarec)” adelantado en Bolivia. El estudio examinó los efectos sobre el valor de la producción agrícola, las inversiones en tecnologías complementarias, el ingreso de los hogares y el manejo de los recursos hídricos en comunidades rurales de esa nación.
Para solucionar la falta de acceso a las tecnologías modernas, en particular el riego, por parte de los agricultores bolivianos, ese gobierno puso en marcha el Pronarec, cuyo objetivo es “aumentar el ingreso y la productividad de los hogares rurales mediante la expansión del suelo agrícola con riego y la mejora de la eficiencia en el uso y la distribución de agua con fines agrícolas a través del desarrollo de sistemas comunitarios de riego”.
Como se establece en la literatura, el desarrollo comunitario se refiere a “la participación activa de los beneficiarios (comunidades, sus miembros y su capital social) en el diseño y la gestión de los proyectos”.
Según los resultados del estudio, gracias a dicha iniciativa, “los beneficiarios del programa están pasando por cambios estructurales significativos”.
En concreto, el estudio encuentra evidencias de un efecto cascada hacia la adopción de tecnologías complementarias, que se expresa, además de en la mayor inversión (entre el 100 y el 160 por ciento) por parte de los agricultores beneficiados en la infraestructura de riego en las fincas, en el incremento de sus gastos en semillas mejoradas o certificadas (entre el 80 y el 90 por ciento) y en el uso de maquinaria agrícola moderna (entre el 11 y el 20 por ciento).
Este proceso de cambio hacia la modernización también se expresa en un mayor acceso a los mercados, en una mejora en el valor de las ventas en los mercados y en un incremento en el ingreso total de los hogares.
De esta manera, el mayor acceso a los mercados les representó a los agricultores participantes en el Programa incrementos entre el 20 y el 30 por ciento en sus ventas; además, aumentaron (entre el 60 y el 70 por ciento) el valor de su producción. Por su parte, los ingresos totales de los hogares tuvieron, en promedio, incrementos entre el 35 y el 45 por ciento.
No obstante estos importantes avances, no se encontraron impactos significativos sobre la productividad lo que, a juicio de los autores del estudio, pudiera sugerir “que los agricultores todavía están en la parte ascendente de la curva de aprendizaje”.
De todas formas, cuando se analizan los resultados relacionados con la organización y el manejo de los sistemas de riego se establece que las comunidades beneficiarias del Programa cuentan con sistemas de riego más avanzados y mejor estructurados y, además, con más asociaciones de riego formalizadas (entre el 12 y el 15 por ciento) y con derechos de uso de agua para riego.
Los resultados del estudio representan una enseñanza importante para el diseño y la puesta en marcha en Colombia de sistemas de riego comunales exitosos que garanticen impactos sostenibles en los beneficiarios.