Columnistas

Hope

30 de septiembre de 2020

Entre enero y agosto de 2020, el Instituto nacional de medicina legal y ciencias forenses (INMLCF) registró la desaparición de 65 mujeres en Antioquia: 28 mayores de 18 años y 37 niñas y adolescentes. ¡Solo en Antioquia!

En 2019, desaparecieron 184 mujeres en el Departamento, 77 son menores.

Una de las imágenes más devastadoras de la pandemia es la de Yesenia Rivera, una joven que protesta pacíficamente en el Parque de las Luces, con una cartulina con la foto de su mamá: “Luz Leidy Vanegas desaparecida en Medellín desde el 01 de enero de 2020. ¿Dónde estás?”.

Ningún lugar virtual revela tanto la ausencia real del Estado en Colombia como el sitio web del INMLCF. Una de las pestañas del Registro nacional de desaparecidos corresponde al HOPE (Hagamos obligatorio poder encontrarlas), cuyo encabezado tiene un reloj con las manecillas que corren sin detenerse y la clasificación de las desapariciones: “presuntamente forzada”, “presunto secuestro”, “presunta trata de personas”. Ninguna desaparición de mujeres en Antioquia en 2020 está categorizada.

Por cuestión de espacio, solo publico las niñas y adolescentes reportadas como desaparecidas este año en Antioquia, con su edad y mes de desaparición; sus nombres y fotografías (casi todas sonríen a la cámara) se despliegan en mosaico en la pantalla como en un juego de lotería del miedo. Desde el escepticismo –si acaso, creo en el “hechizo” de las palabras–, las nombro para que existan ante quien lee estas líneas. Que cada nombre escrito, leído y pronunciado sea una suerte de conjuro para recuperarlas:

Enero: Kelly Johana Ortiz (13 años), Estéfani Muñoz (14 años). Marzo: Mariana Andrea Toro (13 años), Yuleimi Alexandra Alcaraz (13 años), Carolina Sánchez (13 años), Karolai Albarán (12 años), Mariana López (13 años), Mariana Parias (13 años), Mariana Gómez (13 años), Katerin Daniela Luna (13 años). Abril: Pilar Jhovana Guerra (13 años), Angélica María Navarro (14 años). Mayo: María Isabel Valoyes (12 años). Junio: Laura Sofía Herrera (11 años), Valeria Arias (13 años), Laura Sofía Herrera (11 años), Nayelis María Español (17 años), Sara Betancur (13 años), Dubraska Alejandra Pinto (13 años). Julio: María Fernanda Bedoya (14 años). Agosto: Mariana Andrea Jérez (11 años), Ana Sofía Giraldo (17 años), Anya Marcela Gavides (12 años), Michel Hinestroza (13 años), Fraisury Alexandra Usme (13 años), Sarita López (13 años), Karelis Princesa Vilchez (12 años, sin foto). Septiembre: Isabela Moreno (13 años, sin foto).

En la web permanecen fotos de mujeres que ya están a salvo, como Ana Lucía Fernández y Manuela González. (Su regreso desató una serie de elucubraciones y juicios sobre las acciones de ellas, un grado de revictimización, misoginia e inhumanidad que, en buena medida, explica la tragedia que para muchas significa nacer mujer y crecer en Antioquia).

Cuántas desapariciones jamás se denuncian. Cuántas mujeres y niñas nunca regresan.

Colombia se suscribió a la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, de Belém do Pará (Ley 248 de 1995). El artículo 93 de la Constitución exige al Estado actuar en consecuencia.

Las búsquedas más prolongadas en el registro son: María Gilma Mazo (30 años), desapareció el 8 de noviembre de 1964, en Santa Rosa de Osos; y Luz Estela Bravo (4 años), perdida desde el primero de enero de 1968, en Itagüí. Los únicos que nunca descansarán en paz son quienes las siguen esperando.