Columnistas

¿Hasta el próximo planeta?

22 de abril de 2017

Día de la Tierra: La clase está por empezar y hay un estudiante de primaria con un cerro de basura bajo su silla. Cuando la profesora o profesor le pide recoger aquello, responde:

“Eso no es mío”

- ¿Si a la sala de tu casa cayera de repente una bolsa gigante de basura la dejarías ahí?

Después de esta pregunta y algunas respuestas, el niño comienza a recoger. Preocuparse por los demás y sentirse parte de ese mundo que hay más allá de la casa, son acciones que una persona suele entender mejor a partir de los siete años. Dependiendo de las experiencias familiares, el temperamento y lo aprendido en jardines o colegios, muchos de ellos sentirán que hacen parte de algo que va más allá de sí mismos y entenderán que no es correcto hacer aquello que perjudica a otros. Esta lección elemental la recordó hace poco un arquitecto que mantiene su nombre en el anonimato cuando cuenta que perdió su trabajo en un municipio del Oriente antioqueño al no otorgar licencia a una constructora para levantar un supermercado sobre un terreno que él consideraba riqueza natural. Y advierte que si en Antioquia seguimos arrasando con corredores ecológicos sin pensar que el bien colectivo prevalece sobre el particular, vamos a tener problemas muy serios. Santiago Silva, subsecretario de Ciudadanía Cultural de Medellín dice que hay que cambiar ese discurso que habla de “granito de arena” a la hora de modificar nuestros hábitos a favor del ambiente. “Hay que hablar del cambio cultural como bolas de nieve. Si nos sumamos, los demás lo hacen y los pocos se convierten en muchos”. Ante esto hay preguntas: ¿Por qué cuesta tanto construir comunidad aquí y lograr que la gente piense en los demás? ¿Qué hacer para que haya más líderes que apoyen el cuidado de la naturaleza? ¿De qué servirá haberse preocupado por la imagen de Medellín ante el mundo o por las pérdidas económicas que clama Fenalco ante las medidas ambientales cuando se acabe el agua o mucha gente se haya enfermado? ¿Por qué nos quedamos callados mientras siguen arrasando árboles en Envigado? Hace unos años y en una entrevista, Stephen Hawking dijo que de seguir con el ritmo actual de construcción, egoísmo y consumo en el que andan las ciudades, vamos a necesitar otro planeta para vivir.

Este martes 25 a las 6:30 p.m.: Con el entusiasmo e historias que sorprenden, Jaime Jaramillo, hablará en el auditorio del Colegio La Enseñanza en un evento organizado por “Conversaciones para el alma”. Este hombre que durante cuarenta años ha trabajado con más de 85.000 niños y personas que vivían en las calles y hoy tienen otra vida, llevará un mensaje con el que espera ayudar a la gente a despertar su conciencia, es decir, a pensar en cada paso que toma y a tener una vida más significativa en ciudades como esta. Cuenta que a diario llegan a él personas deprimidas, derribadas, tristes o con odios. Y aunque cada una tiene una situación específica, hay un mensaje común: “lo que yo quiero para mí, se lo doy a otros. Es la generosidad como antídoto, es como preparar la cosecha. Así, como ocurre con la naturaleza.