Columnistas

¡Gracias Sergio!

01 de abril de 2017

Aquel martes de octubre, Sergio Restrepo, el director saliente del Teatro Pablo Tobón Uribe, llegó puntual. Lo estaba esperando un músico joven y talentoso que pidió una cita para presentar en ese lugar el nuevo disco de su agrupación. Sergio saludó y preguntó cómo podía ayudar. Durante la hora siguiente habló con argumentos sobre la música y cultura en Colombia. Sin apasionamientos y con palabras precisas que iban mostrando esa mezcla suya de sensibilidad y genio, explicó las condiciones para hacer un evento allí y habló claro para “no crear ilusiones innecesarias y cumplirle al Teatro”. Su respuesta final fue sí y los que apoyamos sin interés a ese grupo, celebramos luego por Whatsapp. Meses después, varios conocidos estuvimos en una lectura colectiva promovida por Samuel Castro a favor de la paz y que Sergio respaldó sin solemnidades ni favores a cambio. Una semana más tarde organizó una vigilia a las afueras del Teatro en la que varias personas leyeron durante la noche para pedir el fin de la guerra. Con vitalidad y sin protagonismos, caminaba revisando que todo estuviera en orden o saludando la gente y cuando un hombre mayor aparentemente ebrio se acercó y empezó a lanzar gritos amenazantes, fue hasta él, puso su mano con sutileza sobre la espalda del desconocido y le pidió bajar el tono de voz para seguir con las lecturas. A él es posible verlo llegar al trabajo en bicicleta desde su casa en Envigado para no contaminar más o mostrar a sus hijos pequeños alguna calle del Centro para que “aprendan a quererlo y conocerlo” tan bien como él y unos cuantos saben. Ahora que la junta del Teatro anunció su salida a pesar de sus éxitos y resultados, se escuchan voces al respecto. Claudia Restrepo, ex gerente del Metro y quien ha ocupado varios cargos en el sector público, cuenta que lo conoció cuando fue vicealcaldesa. “Me enamoré de esa estética refinada de él para hacernos incomodar y llevar la contraria”. Gerardo Pérez, conocedor de la cultura local y quien ha estado cerca de él, resalta “su capacidad de unir la gente a partir de la diferencia. Admiro su solidaridad infinita hacia los desvalidos y la capacidad de crear mundos nuevos y de ayudarlo a uno a reconstruirse a sí mismo a partir de su genialidad”. El escritor Juan Diego Mejía y ex director de la Fiesta del Libro y la Cultura en Medellín, opina que “Sergio Restrepo representa las voces de quienes creen en el Ciudadano como respuesta a la sociedad masificada. Interpreta el pensamiento de muchos ciudadanos que quieren creer en el Estado pero no se resignan a reproducir un relato dominante que se aleja del Ser Humano”. Y agrega que “sacar a Sergio de la dirección del Teatro es una equivocación que muestra torpeza. No entendieron que la unanimidad de pensamiento es dañina y solo muestra debilidad de razonamiento de quien la pide”. A propósito de esto y para avanzar, Medellín necesita voces distintas, debates, veedurías, protestas pacíficas y preguntas. También hay una frase del Talmud que dice: “es el hombre quien primero da honor a un lugar. No al revés”.