¿Es la democracia el imperio de los ignorantes?
En la Idea de Humanidad escribe Johann Gottfried Herder: “El hombre es, por su materia, una choza de barro habitada por un hálito fugaz; su vida es una sombra, su destino es el esfuerzo en la tierra. El género humano en su mayor parte no tiene dignidad. A pesar de eso debe ser educado hasta alcanzar el carácter de su género y con ello el valor y la dignidad de este”.
En similar sentido, Kant afirmó: “Ilustración significa el abandono por parte del hombre de una minoría de edad cuyo responsable es él mismo. Esta minoría de edad significa la incapacidad para servirse de su entendimiento sin verse guiado por algún otro. ¡Ten el valor de servirte de tu propio entendimiento! Tal es el lema de la ilustración”.
La crítica que proponía la Ilustración mediante el uso de la propia razón por parte de los ciudadanos capaces de razonar tenía como finalidad derribar el orden medieval para erigir un orden político republicano, basado en la separación de poderes, el respeto a los derechos humanos y la dignidad humana. Para Kant, la razón práctica tiene una prioridad que consiste en proponer la toma del poder por parte de los propios ciudadanos mediante la acción política democrática.
La democracia no es un fenómeno natural. Debe ser creada y constantemente alimentada, soportada y reinventada. Los gobiernos democráticos requieren de una asociación pre-política que convierta a los ciudadanos en miembros de una unidad política, en un nosotros. Los Estados son entidades hechas por los hombres que necesitan ser valoradas y sostenidas. Si esto se olvida o no se hace, los Estados se desintegran y las estructuras que reproducen la democracia se disuelven.
Estas ideas hacen parte de un diagnóstico y una propuesta que un grupo de personas e instituciones está planteando sobre el problema de la ausencia de una opinión ciudadana suficientemente informada en Colombia. Este grupo hizo su primer encuentro en un Foro “Educación Política Ciudadana”, con el apoyo del CeNiRS, Capaz y las universidades: Andes, Externado, Javeriana, Nacional, Antioquia.
La alternativa que proponen para enfrentar este problema, que el Estado no ha afrontado, es desarrollar un amplio programa orientado hacia la formación política en todos los niveles, comenzando en las universidades, colegios, regiones, sociedad civil, partidos. La educación política se ha confundido con cátedra ciudadana o educación para la paz. La educación política no es eso, ni es formación ideológica, ni partidista, tampoco es formación histórica. Aunque no hay educación política sin historia.
La educación política debe contribuir a que los ciudadanos alcancen la “mayoría de edad” política. Esto quiere decir que cada ciudadano sea capaz de formarse un juicio independiente sobre cuestiones políticas y que sepa cómo puede participar en la vida política. La madurez política comprende la “capacidad crítica” de los ciudadanos para entender las leyes, derechos y deberes que tienen.
Así lo sintetizó el escritor y estadista argentino Domingo Faustino Sarmiento: “¡Escuelas! Nada más que escuelas. Necesitamos hacer de toda la república una escuela. Las escuelas son la democracia”.