Columnistas

El valor de la empatía en política

04 de agosto de 2021

Por Marta Fraile

La empatía es la capacidad que cualquier persona demuestra para percibir, compartir y entender los estados afectivos de los demás. Se trata de una cualidad fundamental para cualquier político que persiga contribuir a resolver los problemas de la ciudadanía a la que representa. Las personas empáticas se preocupan del sufrimiento ajeno y desarrollan una mayor habilidad a la hora de tomar decisiones concretas que ayuden a aliviar dicho padecer. Son más tolerantes con el desacuerdo, se dejan aconsejar y están abiertas a la crítica en mayor medida, lo que les lleva a tomar mejores decisiones.

Sin embargo, cuando se analizan las cualidades de los líderes políticos, muy rara vez se la menciona. Si hay un valor al alza en el marketing político es el de la espontaneidad. Se trata de la destreza para improvisar reacciones inmediatas, frescas e informales, ante cualquier situación. Nos gusta porque implica autenticidad en el comportamiento. Cosa que a menudo echamos de menos entre nuestros representantes políticos, tan endiosados y lejos del día a día del ciudadano medio. Pero olvidamos las connotaciones negativas de la espontaneidad. Se trata de un rasgo efímero y sin recorrido, que implica la pericia para improvisar reacciones, sin tiempo de pensarlas.

La falta de empatía puede llegar a provocar tal lejanía respecto a quienes son diferentes o se encuentran en otra situación, que incluso lleguemos a deshumanizarlos. Colum McCann lo explica en su reciente novela Apeirogon. Describe la relación de amistad de dos hombres: el palestino Bassam Arami, estudioso del Holocausto, y el israelí Rami Elhanan, un activista contra la ocupación del Ejército israelí en los territorios palestinos. Ambos comparten una tragedia: la pérdida de sus correspondientes hijas de entre 10 y 12 años por causa de la violencia.

Apeirogon explica que en la interpretación de cada historia hay miles de posibilidades y que la confrontación extrema que sigue el formato típico de “conmigo o contra mí” está abocada al fracaso, la pérdida y el dolor. A través de la amistad de estos dos hombres, McCann nos muestra la difícil vida cotidiana de los palestinos y, a la ,vez el miedo de los israelíes a los atentados. La conclusión es que quien consigue empatizar con su enemigo acaba ganando la batalla a la crueldad, el terror y la revancha.

Apeirogon es una novela que nos enseña la potencia y el valor poético de la empatía. Es posible que esta no sirva para ganar elecciones, pero su utilidad para resolver problemas y mejorar la vida de la gente está infravalorada en los apresurados tiempos políticos que corren