EL PAÍS DE LAS CONTRADICCIONES
Escuchar al Dr. Antanas Mockus cuando reconoce su relación con los terroristas de las Farc, no solo como traductor, además admirador y seguidor, debemos estar de acuerdo con la columna de Cristina de Toro cuando dice que no hay razón para que el confeso Mockus anuncie, aceptado públicamente lo anterior y no pasa nada.
Al conocer el texto extractado por el C.T.I. de los computadores de Raúl Reyes y la relación directa de la doctora Córdoba con Reyes, además de las fotos con Iván Márquez en Caracas antes de las negociaciones publicadas en prensa, se puede pensar ¿por qué las relaciones muchas veces forzadas de políticos de derecha son castigadas y las del confeso Mockus y la exsenadora no?
La ley y la justicia deben ser para todos, al ver la diferencia queda la duda. El dicho de los viejos “la ley es para los de ruana”. Observar la persecución a todo lo que tenga que ver con el Centro Democrático en la aplicación de justicia, se demuestra que está involucrada la política, ver que al líder del Centro Democrático, Álvaro Uribe Vélez, que se desgasta por la patria, como ningún otro expresidente lo ha hecho, lo persiguen y a sus colaboradores los castigan, muestra un país al revés.
Otro tema que también lo deja a uno preocupado, es la solicitud de la Andi, pidiendo al gobierno acabar con todos los apoyos al sector agropecuario, exigir que los cultivadores muestren sus costos y sus utilidades, si las hay; ¡qué despropósito¡ ¿Cuándo los agricultores le han pedido a los industriales los costos y sus utilidades? Se equivoca la Andi. Lo anterior puede ser efecto de la devaluación del peso ante el dólar, antes estaban llenando los balances y las utilidades de sus empresas importando materias primas agrícolas con un dólar barato, acabando con el agricultor colombiano.
Se comenta del país al revés, ahora el tema es la Comisión de la Verdad, con todo el despliegue publicitario de La Habana. Los narcoterroristas de las Farc le imponen condiciones al Gobierno, queriendo igualar sus acciones con una sociedad amedrentada, con nuestras gloriosas Fuerzas Armadas y de Policía que han defendido las instituciones y la democracia.
La igualada que el Gobierno está aceptando al meter a una misma canasta a cuarenta y siete millones de colombianos, a quinientos mil soldados y policías de la patria, con siete mil guerrilleros que en los últimos cincuenta años han precipitado el desplazamiento para engrosar los cinturones de miseria, es preocupante, bienvenidos a la sociedad civil, luego de ser juzgados y pagar sus penas.
La paz la queremos todos, las negociaciones deben tener el liderazgo y las condiciones del Gobierno, pero no igualados; observar que la vocería del comunicado sobre la Comisión de la Verdad la hizo un cubano, deja al doctor De la Calle como un invitado de piedra. Qué falta de liderazgo demuestra el Gobierno.