El conejo continúa
Una vez más el gobierno intenta burlarse de los colombianos y sus instituciones. Una vez más lo hace presionado por las Farc y tratando de pasar por encima del poder legislativo. Esta vez pasó por alto la separación de poderes y desconoció la autoridad del secretario general del Senado, en una actitud monárquica de querer, como ya es su costumbre, desconocer otros poderes públicos para favorecer a las Farc.
El acto legislativo que creaba las 16 circunscripciones especiales (16 curules para zonas de dominio de las Farc) no logró los requisitos necesarios de ley para ser aprobado el jueves, en el último día de la vigencia del fast track y, por ello, la Secretaría General del Senado así lo dejó formalmente expresado.
En un acto inusual, irrespetuoso y desafiante el Ministro del Interior salió a desautorizar al Congreso y más tarde el presidente anunció que el Acto Legislativo había sido aprobado. Las circunscripciones especiales fueron rechazadas por las mayorías en el Congreso pero el gobierno, con una interpretación errada, intenta pasar otra vez por encima de la voluntad popular. Es clarísimo que tratándose de actos legislativos se requieren 52 votos favorables para su aprobación, pero además hay que señalar que en la votación del pasado martes ya se había hundido el proyecto con 38 votos a favor y 16 en contra y la Corte Constitucional ha sido clara en que cuando esto sucede se entiende negado el proyecto y no se permite repetir la votación.
Pero más allá del debate jurídico que quiere dar el gobierno, llama la atención que el Ministro desautorice al secretario del Senado por los medios en un acto que demuestra el poco respeto que tiene por las decisiones del Legislativo. El Secretario no solo es el notario de las decisiones, sino que es quien las certifica y merece todo el respeto del Ejecutivo.
No lo reconoció así el gobierno que parece dispuesto a hacer lo que sea para cumplirles a las Farc. Las circunscripciones especiales, que según el gobierno son para campesinos y para víctimas del conflicto, son un mecanismo de manipulación de las circunscripciones electorales para favorecer a las Farc, algo que se conoce técnicamente como Gerrymandering, que no es más que la manipulación de las circunscripciones para mejorar o empeorar los resultados electorales de un determinado partido. Estas circunscripciones se sumarían a las 10 curules que ya les otorgaron a dedo para las cuales no tendrán que sacar un solo voto.
Esta es una agresión a la separación de poderes igual a la que se dio cuando el gobierno le dio superpoderes al Ejecutivo sobre el Legislativo en el Acto Legislativo para “la paz”, el cual demandamos y que corrigió la Corte poniéndole limitaciones al fast track.
Hoy estamos ante nuevos conejos, similares al primero cuando desconocieron la voluntad popular expresada el 2 de octubre de 2016 en el que las mayorías dijeron no al acuerdo con las Farc.
Ese mandato del “No” fue desconocido por el gobierno que, no solo no hizo ninguna modificación de fondo, sino que se valió de argucias y presiones a las cortes para que las mayorías parlamentarias fueran las que refrendaran el acuerdo. Ahora con su misma habilidad para desconocer la ley y la voluntad popular quiere cometer un nuevo abuso para asegurarles más curules a las Farc.
*Precandidato presidencial CD