Democracia tenemos. Y es carísima
La democracia vale. Y mucho. Aunque anden diciendo, algunos de los que recibirán mucha de esta plata, que por acá no hay democracia.
Uno de los más grandes adefesios creados por la Constitución de 1991 es el Consejo Nacional Electoral (CNE). La sabiduría de los constituyentes también tenía sus zonas oscuras.
Y lo creó a “imagen y semejanza” del mundo político, con enorme poder para sus “magistrados”, pues una de sus funciones es repartir plata para los partidos y determinar gastos y reposición de votos en campañas. Y, ¡ah!, carísimos que sí nos salen.
Veamos.
1. Entre 2012 y 2018 pagamos por reposición de gastos a campañas y funcionamiento de los partidos la pendejada de $ 610.808 millones. El CNE no ha publicado gastos de 2019 a 2021.
2. Para elecciones 2002, hace un año el CNE determinó que la reposición para consultas interpartidistas sería de $ 1.861 por cada voto. Pero ahora elevó la suma a $ 6.372 (250 % más). En 2018 las dos consultas sacaron 9.670.000 votos; las de ahora seguramente tendrán muchos más, pues son tres con quince precandidatos.
Si suponemos quince millones de votos, nos costarían en reposición $ 42.000 millones de pesos, pues las consultas pueden gastar 50 % de campañas a primera vuelta; un candidato que lograse cuatro millones de votos tendría derecho a $ 11.500 millones de pesos.
3. Para el Senado, el CNE autorizó un tope de gastos por cada lista de $ 96.215 millones, una locura, pues son dieciséis listas que podrían gastar, entonces, más de $ 1,5 billones, danza brutal de billete. La reposición por cada voto de Senado y Cámara será de $ 6.485; en 2018 hubo casi dieciocho millones de votos para cada corporación; si se repite la cifra, serían $ 230.000 millones de pesos por reposición.
4. Para Cámara autorizó topes de gastos entre $ 1.506 millones en departamentos pequeños y $ 20.093 millones para Bogotá y Antioquia. Bogotá tiene once listas que podrían gastar todas $ 221.000 millones.
5. Los candidatos a Presidencia en 1.ª y 2.ª vueltas recibirán como reposición $ 6.623 por cada voto. Si alguien logra cinco millones de votos, recibirá la totalidad del tope de gastos, que es de $ 28.536 millones para 1.ª vuelta y $ 13.347 millones para 2.ª.
Pero, ojo, si piden anticipos al CNE, reposición será de $ 3.249 en 1.ª vuelta y de $ 1.622 en 2.ª. El “negocio” para no pedir anticipos es tomar un crédito bancario, como lo hizo Petro, que ya recibió uno por $ 6.900 millones. Y con la reposición paga el préstamo.
Dirán ustedes: muy bien, están claras las cifras. Pero no olviden dos detalles:
a. Una campaña puede reportar, con facturas de gente de su confianza, cualquier gasto de la misma, haya sido real o no el producto o evento; el CNE, si acaso, vigila la contabilidad. Con eso acreditan el gasto y reciben la reposición.
b. Los partidos pueden recibir donaciones privadas, de cualquier monto, y las gastan en sus candidatos a la Presidencia sin decir que las gastan en ellos. Si revisan cuentas de presidenciales de 2018, el Centro Democrático recibió muchas más donaciones que su candidato Duque; como Petro no tenía partido propio, no pudo hacerlo. Ahora sí lo tiene.
La democracia vale. Y mucho. Aunque anden diciendo, algunos de los que recibirán mucha de esta plata, que por acá no hay democracia