DE QUÉ ESCRIBIR
A veces, cuando se sienta uno a escribir la columna, se enfrenta con verdaderas contradicciones. Mientras encuentra muchos temas que se quieren comentar, ve que de esos temas todo el mundo escribe y se le quitan las ganas. O que cuando encuentra un tema este es muy negativo y lo que ahora necesitamos es ser positivos y optimistas, a pesar de muchas realidades.
Estos son algunos temas que sí pero que no:
El presidente Santos al fin qué. Es o no es un mentiroso profesional. Promete y no cumple, esconde sus intenciones, forma parte de un plan internacional de la izquierda, hace el mal y esconde la mano, es leal a quién, o no es leal a nadie. Nos engañó una y otra vez, todo el que le es contrario es enviado a la cárcel de cualquier manera, con testigos falsos inclusive. Realmente se ha repartido plata incluso recibida de la mafia, para comprar votos y medios de comunicación y periodistas, o no.
La guerrilla quiere o no quiere la paz, o lo que quiere realmente es el poder. La guerra la ganó la guerrilla o no. Cuánto dinero tiene la guerrilla escondido o en bancos extranjeros, cuánta tierra posee. Si los archimillonarios jefes se desmovilizan qué pasará con los pobres subalternos. Esperan ser recompensados por los secuestros, asesinatos, minas antipersona, menores reclutados, fusilamientos, etc. ¿Es cierto que hace dos años eran 3.000 Farcsantes y ahora son 27.000?
Personajes como Samper y Serpa seguirán cogobernando y siendo maestros de la ética pública sin explicar sus 8 mil o más actuaciones pasadas, sin ayudar a clarificar hechos como la muerte de Álvaro Gómez o la del conductor de Serpa o la de la llamada “Monita Retrechera”.
Sabremos quién es el presidente, si Santos o Vargas Lleras, si este último está montando su candidatura o no y a qué costo para el país.
Dejaremos de ser considerados malos y perversos los que de buena fe y honestamente creemos en Uribe o incluso Santos, pero que por eso nos hacen enemigos irreconciliables.
Seguirán los malhechores o combos mandando en las ciudades, cobrando vacunas, extorsionando, secuestrando sin que las autoridades sepan qué hacer.
Nuevamente nos tendremos que encerrar porque las calles son peligrosas, el campo también y hasta las universidades públicas siguen siendo fortines políticos de la guerrilla.
En fin, que los temas malos son muchísimos y angustiantes y los buenos parece que no existieran, aunque sí existen. Bueno es que el país es bello, que su gente es mejor, que los buenos somos o son más, que trabajamos, que progresamos a pesar de todo, que superamos sufrimientos y adversidades con pasmosa facilidad, que vislumbramos futuro, que somos soñadores, que producimos, que innovamos, que iniciamos proyectos, que no dejamos de creer en Colombia y en nosotros mismos.
No se sabe de qué escribir pero hay muchos temas tratando de salir aglomeradamente.
Otra vez será.