Complejo de Adán
La Maestra Teresita Gómez es quizás la mejor pianista que ha tenido el país y una de las mejores representantes de la cultura nacional. Ella, hija de los porteros del Palacio de Bellas Artes de Medellín aprendió a interpretar el piano en las noches cuando se les volaba a los papás, hasta que la descubrió una profesora del Instituto y empezó a darle clases. El ejemplo de la pianista, como muchos otros, lo ponen a uno a pensar en el papel de la tecnología en los procesos educativos.
Este fin de semana leí un artículo sobre el balance que hace una de las impulsoras del programa digital que busca hacer del computador portátil un arma contra la pobreza y la
ignorancia en Pakistán. La funcionaria recalcó sobre la importancia de la apropiación de estas tecnologías por parte de los maestros que son quienes generan los vínculos de apropiación.
Eso me permite evocar los relatos de las narconovelas, narran cuando los mafiosos mandaron a comprar metros de libros de un color y una forma determinada. Eso pasa cuando la educación se vuelve un asunto solo de materiales y recursos, sin el desarrollo de capacidades humanas que implemente nuevas metodologías de aprendizaje. De eso voy hablar hoy en el Foro de Educación que organiza este diario y la Universidad Pontificia Bolivariana.
En el mismo espacio también estaré conversando sobre los retos que en innovación social
tienen los nuevos mandatarios. Uno de ellos y de manera específica es para el próximo alcalde que deberá implementar la política pública de innovación y emprendimiento social de la ciudad. En la cual se invita a incorporar prácticas socialmente innovadoras al interior de la gestión pública con el ánimo de invertir en innovación, no solo para el desarrollo económico sino también para el desarrollo social.
Pensando en los niños con requerimientos educativas especiales, en el caso de los trastornos asociados al déficit de atención e hiperactividad que afectan al 10 % de la población escolar, vale la pena escalar metodologías de robótica educativa. Ya tenemos algunos ejemplos de estas metodologías aplicadas a la primera infancia, como las
fundaciones FAN y Marina Orth.
En relación a las instituciones de educación superior adscritas al departamento y el municipio, cuyos estudiantes son en su mayoría de estratos 1 y 2, abogo por una extensión universitaria socialmente innovadora, en donde se entreguen al estudiante herramientas para la transformación de la comunidad.
Me gustan este tipo de espacios en los que como sociedad planteamos los retos para los próximos 4 años de gobierno. Ojalá que nadie tenga en octubre Complejo de Adán: a
empezar todo desde cero.