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CÓMO LAS BACTERIAS COLONIZAN UN HOSPITAL

12 de junio de 2017

La lucha milenaria del hombre contra las bacterias se libra en muchos escenarios. Uno de ellos son los hospitales. Allí acuden los enfermos a buscar alivio a sus enfermedades. Pero allí también las enfermedades son una amenaza, a pesar de las medidas sanitarias. Por eso hoy los hospitales son un nuevo campo de batalla entre las bacterias y el hombre.

¿Cómo llegan las bacterias a los hospitales? ¿Dónde se esconden? ¿Son los pacientes los que contaminan los hospitales? ¿O son los hospitales los que contaminan a los pacientes?

Estas son algunas de las preguntas que se hacían los médicos de la Universidad de Chicago. Para responderlas, aprovecharon que la universidad estaba a punto de inaugurar una nueva clínica. Los resultados fueron publicados a fines de mayo por la revista Science Translational Medicine y han causado sorpresa.

Los investigadores recogieron las primeras muestras de bacterias en 2013, dos meses antes de que el hospital abriera sus puertas, y continuaron durante 10 meses más, desde que recibió los primeros pacientes. Para obtener las muestras, frotaron las manos, la nariz y las axilas de los pacientes. También, las superficies que tocaban, tales como las barandas de las camas o las llaves del agua. Recogieron muestras adicionales en el suelo y en los sistemas de aire acondicionado. Cada habitación se limpiaba a diario con esmero. La limpieza era más estricta cuando los pacientes abandonaban la habitación.

De igual modo, recolectaron muestras entre el personal médico y de enfermería, frotando las manos, los guantes, los zapatos, los escritorios, las mesas, la ropa, las sillas, los computadores, los teléfonos fijos y los teléfonos celulares que usaban.

La investigación se llamó “Microbioma del Hospital” y fue dirigida por el doctor Jack Gilbert, un destacado microbiólogo. Los investigadores recogieron 10 mil muestras. De ellas, 6523 contenían ADN de microbios.

“Antes de que el hospital se abriera, había una diversidad relativamente baja de bacterias”, reveló el doctor Gilbert. “Pero tan pronto como se llenó de pacientes, médicos y enfermeras, las bacterias de la piel se apoderaron del edificio”.

El médico explicó que durante el primer día, los microbios tendían a moverse de las superficies en la habitación del paciente –barandas de la cama, mesas, llaves del agua— al paciente. Pero al día siguiente los microbios se movían en dirección contraria, del cuerpo del paciente a las superficies de la habitación. En 24 horas, los genes microbianos del paciente se apoderaron del espacio hospitalario.

En otras palabras, los microorganismos bacterianos existentes durante la construcción y las adecuaciones previas a la apertura del hospital, fueron rápidamente reemplazados por microorganismos asociados a la piel humana, traídos por los pacientes.

Con excepción de los seres humanos, los focos de mayor abundancia de bacterias en las habitaciones resultaron ser las barandas de las camas, las mesas usadas por los pacientes y las llaves del baño. En los puestos de enfermería, fueron el mostrador de la recepción, los reposabrazos de las sillas, los lápices y los ratones de los computadores.

A medida que pasaba el tiempo, los investigadores observaron un incremento de los genes microbianos en los pacientes que permanecieron por un plazo más largo. Los microbios tuvieron más tiempo para instalarse en la habitación y continuaron allí aún después de que el paciente se marchara. Muchos de ellos adquirieron genes con resistencia a los antibióticos.

“Esto describe la ecología de un edificio, un floreciente ecosistema microbiano que interactúa regularmente con los pacientes de una manera aparentemente benigna”, dijo el doctor Gilbert.

Todo está atado sobre la Tierra. ¡También, la ecología de los microbios de la piel de un paciente y la de los edificios, las superficies y los objetos usados en los hospitales! ¿Quién iba a pensar que allí puede estar el origen de las infecciones hospitalarias?.