Columnistas

Comentarios sobre el río Aburrá

16 de noviembre de 2015

Las principales ciudades del mundo son cruzadas por ríos que las hacen emblemáticas y son el disfrute de la comunidad, por el espacio que generan y a través del tiempo, sus riberas han impulsado el desarrollo urbano del resto del territorio; ejemplos existen en Viena y Budapest, cruzados por el río Danubio; en París por el Sena y en Londres por el Támesis; en todas ellas existe la historia del río que ha jugado un papel importante en el desarrollo, pero fueron maltratados durante años y fue necesario establecer un plan de recuperación para llegar a lo que hoy conocemos.

En la ciudad de Cleveland, en los Estados Unidos, se presentó la historia más dramática del río Cuyahoga, cuando se incendió 13 veces entre los años 1868 y 1969, por la contaminación generada por los desechos industriales y vertimientos de aguas residuales; a partir de ese año, la administración de esa ciudad, en asocio con el gobierno federal, acometieron un plan de recuperación de las aguas y de la zona industrial asentada a ambos lados de su ribera y hoy es ejemplo del reordenamiento urbano. Esta dramática situación no es la del río Aburrá que baña todos los municipios del área metropolitana, porque en el año 1912 la Sociedad de Mejoras Públicas, SMP, acogió el plan de canalización presentado por la junta creada para el efecto, con el fin de recuperar las tierras en zonas cenagosas; no obstante el proyecto causó un deterioro del apacible paisaje conformado por los meandros a lo largo de su cauce; posteriormente EPM desarrolló un plan de construcción de colectores de aguas residuales en sus orillas que ha sido exitoso y hoy se constituye en el gran potencial de desarrollo de la ciudad

Mirando con detenimiento lo que se ha planeado en las fases del río norte, río centro y río sur, se presenta como un proyecto ambicioso que cubre cerca de 13,2 km, cambiará la vida de la ciudad y atraerá un mayor desarrollo urbano hacia el centro del valle de acuerdo al enfoque del POT; la idea de establecer una empresa promotora facilitará la generación de nuevas centralidades alrededor de las estaciones del metro y traerá un mayor desarrollo para Medellín. Haciendo un análisis racional de todo el proyecto de los parques del río en su conjunto, acogiendo la experiencia de lo que hoy se construye, existen escollos que se pueden superar, teniendo en cuenta la ingeniería y el diseño. Es necesario por parte de la administración municipal establecer un plan de divulgación adecuado para explicar a la comunidad el alcance del proyecto, con el fin de que lo asimile en su verdadera dimensión.

Continúa vigente la inquietud si era prioritario desarrollar la fase A del parque que se construye y ahora la posibilidad de que sea adjudicada la fase B del lado oriental, consideramos que podría haberse construido primero el proyecto del norte entre Moravia y Acevedo, con la construcción de la canalización del río, la vía regional y el parque, para mejorar el entorno y darles solución a los asentamientos subnormales que se encuentran a la orilla, aprovechando el impulso que se le va a dar al sector con el puente de la Madre Laura. Este proyecto está dentro del plan de desarrollo del alcalde electo y ojalá se obtengan los recursos del presupuesto para poderlo ejecutar y así hacer una intervención de tipo social para toda aquella zona.

Como conclusión, el proyecto que se construye, a la luz de muchos críticos, es costoso y con problemas técnicos, sin embargo en términos de espacio público y las posibilidades de desarrollo del entorno, generará un importante impacto en el nuevo concepto de la ciudad compacta; las observaciones a la falta de un corredor ferroviario tipo tren o metro, estarían en vía de solución y la financiación según la administración del alcalde Gaviria, se encuentra estructurada sin tener en cuenta recursos del presupuesto, y para el efecto, se está implementando la asociación de importantes instituciones como operadores; toda la comunidad del valle de Aburrá será la beneficiada con los proyectos que incluyen el saneamiento del río por medio de la planta de San Fernando en el sur y la que se construye en Bello; estos planes están contemplados dentro del plan BIO 2030 y seguramente mirando todo el proyecto en forma integral, tendrían la razón quienes han mirado al río como elemento fundamental del reordenamiento urbano de la ciudad.