Colombia es made in China
Por Marilyn Forero Olaya
Universidad Católica de Oriente.
Facultad de Com. Social, 8° semestre.
olayamary@gmail.com
Hace poco vi un documental transmitido por Señal Colombia llamado China Blue, en el que se muestran las difíciles condiciones laborales que Jasmine y Orchid, dos jóvenes de escasos recursos, tienen que soportar para ayudar económicamente a sus familias; trabajan en una fábrica de yines y su jefe se encarga de imponer jornadas de trabajo larguísimas, recortar el salario y en repetidas ocasiones de no pagarlo, eso sin contar que las empleadas son menores de edad.
Gran parte de los insumos, materia prima y “capital” humano proviene de China, debido a que la producción es más barata, rápida y de buena calidad, en este sentido las empresas minimizan costos pero incrementan las brechas sociales.
Las condiciones laborales en China son deplorables (no digo que en Colombia no lo sean) y parece que ese mercado negro que todos apoyamos cada vez que compramos productos made in China nunca acabará.
Lo más preocupante de los productos o de los yines que cuelgan en las tiendas es que ni a las empresas ni a los compradores les importa la procedencia, las condiciones y el sufrimiento en que fueron creados.
El mundo es made in China porque el mercado es competitivo y exige ser el más ruin para no salir de él, Colombia es made in China desde que decidimos sentir vergüenza por lo propio, por lo nuestro.
No es que yo sea de izquierda y mucho menos diestra y tampoco pretendo predicar el comunismo ni que huyamos a las montañas a vivir de los frutos de la tierra, sin embargo, algo que sí tengo claro es que desde hace años el arte de escribir ha servido para derrocar dictaduras, saber cuáles eran nuestros derechos, desahogar las penas más grandes y para ayudar o solidarizarnos de chicas como Jasmine y Orchid, de chicas como vos o como yo . n
*Taller de Opinión es un proyecto de El Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opinión joven. Las ideas expresadas por los columnistas del Taller de Opinión son libres y de ellas son responsables sus autores. No comprometen el pensamiento editorial de El Colombiano, ni las universidades e instituciones vinculadas con el proyecto.