Aviso clasificado
Querido Gabriel,
Te mando este poema del ruso Fedor Sologub (1863-1927), con el fin de provocar el diálogo de esta semana. Para variar, hablemos de poesía en este momento en que la política electoral acapara espacios y conversaciones.
AVISOS CLASIFICADOS
Se necesitan médicos y enfermeras
Así anuncian los periódicos
Se necesitan sastres y modistas
¿Quién necesita poetas?
Dónde encontrar un aviso que diga:
“Invitamos poetas a domicilio
Porque se hizo intolerable
Explicarse en el lenguaje común.
Necesitamos palabras hermosas,
Estamos dispuestos a entregar el alma”.
Deseo comprar finca.
Se necesitan vacas lecheras.
Ya hablamos de la cultura y la canasta familiar. Reafirmamos que es un derecho, inseparable de la vida digna. Parece que el arte, irrelevante a veces para economistas, hacedores de política y algunos empresarios despistados, es lo más humano de lo humano. Hay, sin embargo, artes populares, como la música y el cine, y otras más silenciosas, modestas, solitarias. Como sabes, la poesía, esa música de las palabras, es mi favorita. Por eso propongo que ese hábito que se tomó el mundo, de despertar y mirar inmediatamente el celular, se cambie por la lectura pausada de un poema corto.
He visto que a tu tertulia van grandes lectores y un par de escritores. Pero de poesía no se habla nada, o casi nada. ¿Creemos que no tiene un fin concreto en la era de lo útil? ¿Por qué la tenemos en el margen? En mi colegio, el profesor Files, cuando nos puso a leer Beowulf, decía que hubo tiempos en que la poesía era la única literatura y se fundía con la música. Es más fácil recordar poesía que prosa y no hay que separar horas o días para disfrutarla. Por eso, su lectura se podría practicar con facilidad en el mundo moderno.
Además, es buena consejera. Nos muestra lugares desconocidos, como William Ospina y el Vaupés: “Qué son las canoas sino los árboles cansados de estar quietos”. Nos ayuda a ser audaces, como en el famoso poema de Frost: “Yo tomé el (camino) menos transitado/ y eso hizo toda la diferencia”. ¿O qué tal Huidobro que, en un verso, demuestra la existencia del amor absoluto?: “¿Qué sería la vida si no hubieras nacido? / Un cometa sin manto muriéndose de frío”. También acompaña en las tristezas. ¿Te acuerdas de ese de José Manuel Arango que me ayudó en el duelo por mi papá?: “Cada noche converso con mi padre/ Después de su muerte/ nos hemos hecho amigos”.
La poesía sirve para todo. Que es como decir que no sirve para nada, y eso la hace, por supuesto, esencial.
Como en todo caso no nos queremos sustraer del momento presente, te invito a que nos aproximemos a la política desde otra perspectiva. Hagamos una tertulia que parta de este aviso clasificado imaginario, inspirado en un discurso de J.F. Kennedy en 1956, cuando era senador de los Estados Unidos: Se buscan políticos que lean poesía y poetas que sepan de política. Haríamos un mundo mejor.
Se despide, tu contertulio epistolar.
*Director Comfama