Columnistas

¿AUTONOMÍAS TERRITORIALES NARCOSOCIALISTAS?

26 de octubre de 2017

Bolívar con su ambición napoleónica grancolombiana (1830) y Chávez con su Gran Patria Bolivariana (1999), dan sustento histórico al proyecto acariciado por los comunistas regionales de tener su propio Señorío, evidente en las Constituciones vigentes de Venezuela (art. 10) y Ecuador (art.2), elaboradas bajo gobiernos Socialistas del siglo 21 y que establecen los territorios de sus naciones así: la chavista el de la Capitanía General antes de 1810 y la ecuatoriana el de la Real Audiencia de 1810.

Ambos territorios coloniales comprenden gran parte del actual suelo fronterizo colombiano. En esas fronteras, sigue avanzando rápidamente una territorialidad marginal bajo la presión, amenaza o chantaje de las farc políticas a través de las farc “residuales”, del crecido eln, del epl y de las bandas narcotraficantes.

Los petrodólares que financiaron el embeleco de la reencarnación chavista de Bolívar, cedieron ante los narcodólares producidos en Colombia que fluyen a través de las fronteras con ambos países para abastecer un mercado global con una demanda al alza.

La frontera con Panamá, por efectos del negociado de La Habana, está paulatinamente tomando el mismo rumbo de Nariño-Putumayo y Catatumbo-Arauca.

En este contexto, lo de Tumaco es emblemático: olvidados desde siempre por el gobierno central bogotano, esos territorios fronterizos están mutando en autonomías Económicas gracias al narcotráfico; Políticas, con las circunscripciones especiales electorales y con Autodefensas legales gracias al Sistema de Seguridad Preventiva diseñado en Cuba, que contempla guardias campesinas, indígenas y cimarronas.

Allí, ante una Fuerza Pública Constitucional que es Rey de burlas y un Estado corrupto y faltón, propagandistas y activistas cubanos hacen su tarea política: “Pequeños estados socialistas dentro de un estado capitalista” lo explicó recientemente uno de los matones de las farc. Estas autonomías de facto, pueden terminar por meterse en la oleada de independentismos regionales, alborotada por estos días en España. Ya perdimos 75 mil kilómetros de mar y Ortega recibe frecuentes visitas y emisarios de raizales sanandresanos.

Irónicamente, el narcotráfico, sustento material y real para la siempre fallida y sangrienta aventura comunista, puede ser el encargado de sepultar los proyectos políticos de la izquierda, debido al envilecimiento humano propio del ilícito y que terminará por convertir estas áreas en bastiones inexpugnables del crimen internacional. Ya sucede en el Triángulo Dorado de Tailandia, Laos y Myanmar en donde viven ejércitos privados dedicados al tráfico de opiáceos y en donde los Estados no se involucran mientras los narcotraficantes no molesten en sus ciudades.

El territorio es asunto vital de supervivencia nacional y vale la pena preguntarse si nuestras FF. MM. estarán en capacidad real de garantizar nuestra integridad terrestre fronteriza con Ecuador y Venezuela, mientras mandan a nuestros soldados al Congo y a otras latitudes en donde no es prudente meter las narices.