ALÉJESE DEL APRIETO SIRIO
Por STEVEN SIMON Y JONATHAN STEVENSON
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El cese al fuego en Siria que tortuosamente negociaron los Estados Unidos y Rusia, como sucedió con el anterior, se ha desmoronado.
El problema empezó cuando un descarriado ataque aéreo americano asesinó a unos 60 soldados sirios del gobierno. Luego, Rusia reanudó su fanfarroneo insincero y el gobierno sirio, con el apoyo de Rusia, siguió con el bombardeo indiscriminado de áreas controladas por rebeldes en Alepo. El lunes, menos de un mes después de que el acuerdo entró en efecto, el secretario de estado John Kerry anunció que Estados Unidos interrumpiría diálogos para tratar de restablecerlo con Rusia.
La meta ahora debería ser disminuir el daño, salvar vidas y mantener vivas las expectativas para un acuerdo político. Diálogos de cese al fuego entre Estados Unidos y Rusia, aunque atormentados, siguen siendo la mejor forma de lograr esto.
Aunque Rusia lo ha negado, es claro que Moscú considera la supervivencia de Assad crucial para la protección de sus intereses en Siria, lo cual incluye combatir el yihadismo, preservar la inteligencia y los activos militares, y aseverar que Rusia es un jugador geopolítico en el Medio Oriente. Rusia resueltamente ha protegido al gobierno de Assad tanto militarmente como en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Ciertamente, Assad parece disfrutar de influencias prácticamente ilimitadas sobre Rusia. Probablemente hay límites para la deferencia de Moscú ante la sed de sangre de Assad, pero no es claro cuáles son. Esto es lo que hace tan peligrosa una escalación americana en Siria.
Simpatizantes americanos de la intervención, incluyendo a los candidatos vicepresidenciales, con frecuencia dicen que los Estados Unidos deberían crear una zona de no-vuelo en Siria para proteger a los civiles de Assad y las bombas rusas.
Este riesgo claramente preocupa a los simpatizantes del uso de fuerza dentro de la administración Obama. Se dice que Estos simpatizan con el apoyo aéreo incrementado para rebeldes sirios que evitaría confrontación directa con los rusos. Pero es poco probable que bombardeos dirigidos en pequeña escala cambien el comportamiento sirio, así que para ser efectivos los ataques tendrían que aumentar. Esto finalmente llevaría a una respuesta violenta, lo cual obligaría a los Estados Unidos a actuar en retaliación contra Rusia y blancos del gobierno sirio en la tierra.
A medida que el conflicto escala y las casualidades aumentan, también lo haría la presión internacional para otra costosa, extendida y desagradecida intervención liderada por América para reforzar la paz, la cual la opinión doméstica en Estados Unidos no apoyaría.. Otro grupo de intervencionistas critica lo que observa como la debilidad del Presidente Obama, así como su crueldad y miopía estratégica, y quiere que los Estados Unidos le haga frente a Rusia y asevere su intención de permanecer como un gran jugador geopolítico en la región.
Los intervencionistas liberales parecen haber olvidado que ya no estamos en los años 90. Incursiones desastrosas en Irak y Libia han menospreciado cualquier disponibilidad americana por poner los valores por encima de los intereses. Mientras tanto, el segundo grupo de intervencionistas parecen haber olvidado que Siria había sido cliente de Moscú desde temprano en la Guerra Fría, una situación con la cual Washington estaba dispuesta a vivir cuando lo que estaba en juego geoestrategicamente era mucho más alto.
De hecho los Estados Unidos sí tiene una política clara en cuanto a Siria: reducir el grupo del Estado Islámico por medio de la campaña aérea y fuerzas rebeldes sirias apoyadas por americanos, coordinando con Rusia hasta donde es posible.
El acuerdo logrado por Kerry y su contraparte ruso, Sergey V. Lavrov, para que los Estados Unidos y Rusia coordinen operaciones antiyihadistas y restrinjan la oposición y la actividad militar gubernamental, fue hecho con la intención de producir un cese al fuego duradero, promover operaciones humanitarias más efectivas y darleS nueva energía a los diálogos políticos. Aunque se ha desmoronado, el siguiente paso, por más insatisfactorio que podría ser, es volverlo a intentar.