¡Ahora los “sordos” son los padres... no los hijos!
“¿Están sordos?” es una forma bastante usual con que los adultos les hacen saber a los niños que no han prestado atención a lo que les han dicho reiteradamente. Lo grave es que hoy los sordos no parecen ser solo los niños sino los adultos, pues hay advertencias esenciales que los educadores, expertos en la conducta, médicos y otras autoridades reiteradamente hacen y nadie escucha.
Así, me pregunto ¿por qué será que no escuchamos los repetidos avisos sobre los peligros que entraña darles o permitir que tomen trago los menores de 21 años? ¿Y que no nos damos cuenta de que estamos violando la ley que lo prohibe (y de paso enseñándoles
a violarla)? ¿Será que tampoco hemos oído que las niñas están tomando parejo con los muchachos y que tienen más riesgos de alcoholizarse que ellos?
¿Será que no hemos oído las indicaciones de las asociaciones médicas más prestantes del mundo diciendo que ningún niño menor de 18 años debe tener TV en su habitación? ¿Ni tampoco sobre los peligros que tiene para su salud mental y moral las películas y series violentas e inmorales que pululan en cientos de canales a los que pueden acceder con su iPad a cualquier hora del día ... o de la noche?
¿Será que estamos tan sordos que tampoco escuchamos las reiteradas advertencias hechas, no solo por los científicos, sino por el FBI y otras autoridades policivas internacionales, señalando que los menores de 18 años no deben tener conexión a Internet en su habitación? ¿Y que la computadora con acceso al ciberespacio debe estar en un lugar abierto y usarse cuando los padres están en la casa?
¿Será que tampoco hemos oído a los educadores sobre los grandes peligros que corren los jóvenes en los paseos de promoción o los fines de semana, sin más agenda que “gozar su juventud” (léase parrandear y tomar trago)? ¿Y que ya ha habido problemas serios y accidentes fatales que corroboran tales peligros?
¡Ojalá que no sea una experiencia devastadora la que nos haga escuchar cuando ya haya mucho que lamentar!.