Tensión con Israel golpea confianza inversionista y pone en riesgo relevante mercado para Colombia
Colombia rompe relaciones con Israel: una medida que pone en juego un mercado de $499 millones y desata malestar en EE.UU., mayor socio comercial.
Las relaciones diplomáticas entre Israel y Colombia terminaron. Así lo decidió el Gobierno del Gustavo Petro en medio de un eufórico discurso este 1° de mayo en la tradicional Plaza de Bolívar (Bogotá). La acalorada intervención del mandatario sepultó más de 70 años de buenos términos con los israelíes. Esto sacudió la emoción y las arengas de sus simpatizantes, pero también despertó la desaprobación de opositores y sectores económicos que ven en riesgo un mercado que representó para Colombia cerca de 499,20 millones dólares en más de 3.057 millones de toneladas de mercancía que desembarcaron en esa nación el año pasado.
Las críticas y celebraciones fueron inmediatas. Lo cierto es que la tajante decisión sí podría representar repercusiones económicas para Colombia, además de marchitar su imagen ante los inversores, ya que algunos pueden asociar la decisión como un respaldo al grupo rebelde de Hamas.
No fue algo sorpresivo, teniendo en cuenta que, en octubre de 2023, el presidente colombiano amenazó con terminar relaciones si Israel no frenaba sus ataques contra la Franja de Gaza. “No apoyamos genocidios”, sentenció.
La repuesta de Israel no se hizo esperar. El ministro de relaciones exteriores, Yisrael Katz, resaltó que la relaciones entre Israel y Colombia siempre han sido cálidas. “Ningún presidente antisemita y lleno de odio podrá cambiar eso. El Estado de Israel seguirá protegiendo a sus ciudadanos sin miedo y sin temor”, indicó en su cuenta de X.
El intercambio de fuertes declaraciones da cuenta de la tensión entre ambos países, unas relaciones maltrechas y un comercio que sin duda podría trastocarse. La mayor crítica de los analistas obedece a poner en riesgo un mercado que resulta ganador para Colombia.
Según Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), desde 2012, Colombia presenta un superávit comercial que se ha incrementado en los últimos años, debido al crecimiento de las ventas de materia primas e insumos, que obedecen al 90% de las exportaciones colombianas a Israel.
Lo mismo piensa José Manuel Restrepo, rector de la Universidad EIA y exministro de Hacienda. Argumentó que sin duda hay un golpe económico, ya que Israel representa un mercado complementario. “Creo que habrá un golpe en la balanza comercial eventualmente y un golpe en inversiones. Estamos hablando de inversiones acumuladas de más de 61 millones de dólares que han tenido un crecimiento exponencial en los últimos años”.
Calificó de torpeza la decisión del mandatario y sostuvo que Colombia pierde innovación, tecnología, emprendimiento y servicios basados en conocimiento. Indicó que es una decisión incoherente en el sentido de que no se hace lo mismo con Venezuela y Rusia.
Las exportaciones
El año pasado Colombia exportó a ese país 499,20 millones, mientras que Israel le vendió a Colombia 95,3 millones de dólares. Según dichos datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), la balanza sería de 403 millones de dólares a favor de Colombia, lo que quiere decir que las exportaciones son más grandes que las importaciones.
De acuerdo con Analdex, en la última década, Israel ha representado el 1% del comercio exterior colombiano, teniendo un aumento en la participación en los últimos años debido a una variación positiva de exportaciones de hullas térmicas (carbón), que crecieron 376% en 2022 pasado por la guerra de Rusia y Ucrania.
De acuerdo con el Gobierno Nacional, Colombia exporta a ese país carbón y bienes no minero energéticos como café, flores, confites, galletas, té, especias y manufacturas de papel.
Hay que decir que las exportaciones en 2023 cayeron 53,5% frente a los 1.077 millones de dólares que Colombia le comercializó a Israel en 2022. Una disminución que se explica por menores exportaciones de hullas térmicas el año pasado.
¿Y qué aporta Israel?
Algunos analistas argumentaron que el mayor golpe es en términos de armamento y seguridad. No es un secreto el poderío militar de esa nación. Un estudio del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (Sipri, por sus siglas en inglés), Israel es el noveno país que más vende armas en el mundo. Una industria avaluada en cerca de 12,5 millones de dólares anuales.
En Colombia no es diferente. De acuerdo con el Dane, Colombia le compró a Israel el año pasado 3,03 millones de dólares en armamento, municiones, sus partes y accesorios. Y solo los dos primeros meses de este año esa venta ya sumaba 352.000 dólares (ver gráfico).
Los aparatos para la seguridad nacional y tecnologías de vigilancia, así como asesorías en investigación militar, son algunos de los rangos más golpeados. Esa nación suministra los fusiles Galil calibre 5,56 milímetros de fabricación israelí, que desde 2002 son producidos en Colombia.
No obstante, las cifras del Dane muestran que el mayor número importaciones que llegaron a Colombia, el año pasado, fueron los instrumentos y aparatos de óptica, fotografía y cinematografía. Le significaron la entrada de 18,18 millones de dólares el año pasado y 23,7 millones en 2022.
Lo segundo que más se importó fueron los aparatos de material eléctrico y de grabación. Esas ventas le significaron 17,9 millones de dólares el año pasado y 64,7 millones de dólares en 2022.
Desde Israel también llega una cantidad importante de herramientas de navegación aérea o espacial, reactores nucleares, calderas, máquinas y partes; filamentos sintéticos o artificiales; productos químicos y orgánicos, telas, cuerdas, cordeles y cordajes.
Incertidumbre
Lo cierto es que en el ambiente es de incertidumbre. El Ministerio de Asuntos Exteriores sostuvo que sus diplomáticos tendrán que regresar a Colombia. Sin embargo, los colombianos que residen en Israel seguirán recibiendo asistencia y los servicios necesarios en la oficina consular, en Tel Aviv (Israel), lo que algunos analistas celebran.
“En el caso de Venezuela fue diferente porque se cerró todo, creo que fue una lección aprendida y ahora por lo menos mantenemos una ventana abierta y eso ayuda al relacionamiento comercial”, sostuvo Javier Díaz.
El líder gremial es optimista y recordó que hay un Tratado de Libre Comercio (TLC) que se firmó hace cuatro años y que no tiene fecha de vencimiento. “Lo que esperamos es que, a pesar del rompimiento de relaciones diplomáticas, no se afecte la relación comercial”.
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Otros analistas cuestionaron el manejo diplomático del Gobierno y criticaron no solo la forma en cómo terminó el vínculo, sino la postura adoptada, ya que esto puede generar inseguridad en la confianza inversionista. Además, porque también toca las relaciones con Estados Unidos, principal socio comercial de Colombia.
De hecho, congresistas estadounidenses ya se quejaron de la posición de presidente colombiano. “Esto es sólo la continuación de la retórica antiisraelí y de la postura vergonzosa del presidente Petro. La decisión del actual gobierno colombiano de romper una relación diplomática de décadas es condenable”, publicó en X Marco Rubio, senador de EE.UU.
La situación es desafiante para el Gobierno Nacional. Es indudable que Israel representa un mercado de 9,5 millones de consumidores y realiza un aporte a Colombia en términos de seguridad, habrá que esperar cómo evoluciona dicho mercado y sobre todo, que más reacciones vendrá por cuenta de Estados Unidos.