Poniendo manteles para volver a servir las mesas
Restaurantes de Envigado, Sabaneta y Rionegro iniciaron pruebas piloto de reapertura segura. Por las restricciones, el sector ha perdido $2 billones.
Periodista de economía de El Colombiano. Oidor de tangos. Sueño con una Hermosa sonrisa de luna.
El Decreto 878 expedido el jueves por el Ministerio del Interior posibilitó la implementación de planes piloto para los restaurantes y de esta manera iniciar una senda que les permita próximamente reabrir los establecimientos, tras más de tres meses de parálisis.
Según la norma, las alcaldías en coordinación con el Ministerio “podrán autorizar la implementación de planes piloto en los establecimientos y locales comerciales que presten servicio de comida, para brindar atención al público en el sitio -de manera presencial o a la mesa-, siempre y cuando se cumpla en todo momento con los protocolos de bioseguridad emitidos por el Ministerio de Salud”.
Tras publicarse el decreto, el comercio organizado de Antioquia afiliado a Fenalco, anunció el inicio de la prueba piloto de apertura segura de restaurantes en Envigado, Sabaneta y Rionegro.
Carlos Andrés Pineda, director de Fenalco Antioquia, destacó que este departamento fue pionero con el piloto de centros comerciales y ahora da las pautas necesarias para la reapertura de los restaurantes de una manera segura.
“Estamos convencidos que si una vez más, de forma innovadora, adoptamos para ciertas actividades y espacios públicos la tecnología y medidas de bioseguridad, esto podrá ser exitoso y facilitar la reapertura de todo el comercio y los servicios”, indicó mediante un comunicado de prensa (ver Paréntesis).
Claridades
Pese a esos anuncios, Guillermo Henrique Gómez, presidente de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodres), sostuvo que una de las preocupaciones de los empresarios es que el Ministerio de Salud no ha aprobado los protocolos.
“Estamos haciendo los pilotos de acuerdo a la Resolución 666 que es la genérica. También se emitió la 749 para el servicio a domicilio”, comentó el dirigente gremial.
Igualmente, confió en que esas pruebas no sean temporales. “Si se pone a los restaurantes a gastar el poco capital que les queda para operar por 15 o 20 días y luego imponer unas mayores exigencias, eso no funcionaría”, añadió.
Otro temor de los empresarios de restaurantes tiene que ver con la pérdida de aforo, es decir que se autorice la apertura de los establecimiento, pero usando el 25 % de las mesas. En ese caso, según Gómez, se trabajaría a pérdida.
Acodres estima que en Colombia había 90.000 establecimientos entre restaurantes, panaderías, cafeterías y pastelerías, de los cuales solo 17.000 son formales que generan unos 500.000 empleos y facturan 9 billones de pesos cada año.
Durante el periodo de aislamiento, el sector formal contabiliza el cierre definitivo de 27.600 negocios lo que significó la pérdida de 170.000 empleos. Otros 46.200 establecimientos siguen cerrados, sin poder operar, lo que representa 189.000 trabajadores que están suspendidos. Y las pérdidas económicas suman dos billones de pesos.
A su turno, el viceministro de Desarrollo Empresarial, Saúl Pineda, manifestó que los pilotos territoriales para los restaurantes están sujetos a lo que dispongan los alcaldes.
Admitió que aún no está aprobado el protocolo por parte del Ministerio de Salud para iniciar la apertura masiva de estos establecimientos.