Levantaron alarmas, pero el riesgo sigue alto: XM
Aunque empezó a llover y el nivel de los embalses lleva cuatro días de recuperación, las térmicas generan al límite y eso tiene en alerta al sistema.
Escribo sobre economía y negocios. Periodista y estudiante de Ciencia Política.
El fantasma del racionamiento se alejó, pero el descuido del ahorro o una gran falla en el sistema puede hacerlo reaparecer. Ese es el diagnóstico que hace María Nohemí Arboleda, gerente de la operadora del mercado energético del país XM, filial de ISA, sobre la actualidad del sector.
En diálogo con EL COLOMBIANO explicó los motivos que hicieron que la firma cambiara las recomendaciones técnicas al Gobierno, y pasara de proponer cortes programados a dar un parte de tranquilidad, pero que depende de muchas variables.
Desde hace cuatro meses el nivel promedio útil de los embalses del país no subía, como sí ocurrió durante los últimos días y ayer se ubicaban en 25,80 %.
Pero Arboleda indicó que la generación termoeléctrica está exigida al límite, lo que supone riesgos, pero espera que en mayo, la entrada en operación del 25 % de Guatapé le dé holgura al estresado sistema.
¿Qué factores llevaron a XM a cambiar sus recomendaciones de racionamiento?
“Que la reacción del Gobierno tuvo resultados. Pero no sólo fue el mensaje de ahorro el que sirvió. Las medidas regulatorias y las resoluciones que salieron en febrero para los autogeneradores y la demanda fueron claves para que hoy veamos más lejana la posibilidad de un racionamiento. Asimismo la importación de Ecuador ayudó mucho y representó en marzo el 2 % de la demanda nacional”.
Pero, ¿fue tardía la
reacción del Gobierno?
“Desde octubre del año pasado veníamos pidiéndole insistentemente a los colombianos que ahorraran, pero no dio resultado. En diciembre y enero la demanda estuvo muy alta. Los aportes a los embalses (hidrología) venían muy bajos y sólo ahí, ante esa incertidumbre fue que se tomaron medidas”.
¿Qué tan sólido es ese
parte de tranquilidad?
“Depende de las variables que maneja XM: los aportes a los embalses han mejorado en los últimos cuatro días, podemos tener térmicas generando a toda capacidad y el arreglo de Guatapé va muy bien. Si recuperamos esa capacidad del embalse podemos pasar más holgados la coyuntura”.
¿Las cifras del presidente Santos sobre el ahorro de los hogares cumplió con creces sus expectativas?
“Sí, pero esperábamos un mayor nivel de ahorro en Semana Santa. Lo que más pesó fue el buen desempeño de las termoeléctricas (menos exigencia para las hidroeléctricas)”.
Justamente, ¿cómo están las plantas térmicas?
“Han llegado a un nivel histórico. Tuvimos días en que generaron más de 100 gigavatios hora/día (GWh/d) y su promedio esperado era de 86 GWh/d. Incluso, generaron en marzo un 51 % de la demanda”.
¿Ese desempeño de las térmicas es sostenible?
“Creo que el parque térmico puede aguantar. Pero en el día a día se presentan daños en las plantas y eso no se puede prever. Por eso es tan importante que no baje el ahorro”.
¿Y hasta cuándo estarán prendidas a toda máquina?
“Si el fenómeno de El Niño termina en mayo, como anticipó el Ideam, esperamos que en junio las térmicas generen 40 o 50 GWh/d, en promedio, durante lo que resta de año”.
Los embalses están resentidos, ¿podrán recuperarse para la próximo sequía?
“Nuestra visión a dos años muestra que tenemos 50 % de probabilidades de un fenómeno de La Niña (lluvias) y el otro 50 % de neutralidad. A mitad de año tendremos un pequeño verano en la zona Andina. Si no hay Niña, esperamos que esté funcionando en diciembre la planta regasificadora (para importar gas para térmicas, en Cartagena), para así estar fortalecidos”.
¿Sí es un buen negocio esa regasificadora, tras las críticas sobre el precio del gas?
“Determinar el precio es algo que el sector gasífero está pidiendo. Con la planta quedamos más tranquilos. El Gobierno pidió revisar los esquemas cuando se termine este Niño”.
Y tras la advertencia de las termoeléctricas de que si no se ajustaba el precio de escasez, se apagaban ¿cree que la sostenibilidad del sistema estuvo en riesgo?
“El debate ahora no se debe centrar solo en el precio de escasez (máximo remunerado), hay que mirar los impactos de otros puntos de la regulación. No podemos salir como locos a cambiarlo todo. Llevamos 20 años con este esquema y los cambios deben hacerse de manera integral, sin favorecer de más a ningún sector”.