El 38% de los bancos en Colombia perdieron dinero en el primer trimestre del año, ¿qué está pasando?
Las bóvedas de 11 bancos que operan en Colombia están registrando pérdidas, ¿a qué se debe ese resultado?
Cualquier estudioso del mundo financiero sabe que los bancos son un pilar fundamental de la economía. No solo por la cantidad de dinero que mueven, sino por ser un apoyo fundamental para el sector productivo. Y para nadie es un secreto que la desaceleración económica también ha tocado las ganancias en las bóvedas bancarias colombianas. De hecho, el 38% de los bancos en el país perdieron dinero en el primer trimestre del año (enero- marzo).
Esto deja muy claro que la difícil coyuntura económica está golpeando también al modelo bancario, sector que ha forjado parte de las más grandes fortunas del país, como las de Luis Carlos Sarmiento y Jaime Gilinski, solo por mencionar algunos.
Lo cierto es que diversos sectores empresariales están pasando un trago amargo que se evidencia en la menor actividad económica. Los analistas sostienen que las personas están consumiendo menos bienes y servicios, lo que está enfriando la inflación y, a su vez, ocasiona que las cajas registradoras del mercado colombiano suenen menos.
El sector financiero no es la excepción. La coyuntura sí ha impactado a los bancos. Basta con ver los resultados financieros que publica la Superintendencia Financiera. De acuerdo con el último registro, 11 bancos que operan en Colombia, de 29 en la lista, reportaron un resultado negativo a corte de marzo. En palabras sencillas, sus gastos fueron más altos que sus ganancias y no tuvieron utilidades, sino pérdidas.
Según este informe, el más golpeado en el primer trimestre fue el banco Bbva, con un resultado en negativo de $160.853 millones, mientras que en el mismo lapso del año anterior obtuvo ganancias por $88.865 millones. El segundo banco con mayores pérdidas fue el Banco Popular, que registró un ejercicio de -$92.807 millones a marzo.
Bancamía, AV Villas, Banco W, Bancoomeva, Mibanco, Lulo Bank, Scotiabank Colpatria, Banco Falabella y Pichincha también resultaron con pérdidas en sus resultados financieros.
El meollo del asunto
El Banco Pichincha fue una de las entidades que no le fue bien. Sus resultados dan cuenta de pérdidas por $68.603 millones. Su presidente en Colombia, Germán Rodríguez, reconoció que el año pasado fue muy difícil y la entidad perdió cerca de $133.000 millones.
El directivo explicó que la afectación viene por varias circunstancias. “Tenemos una afectación que fue previa al 2023, por la subida de las tasas y, también, un crecimiento de la mora en el pago de los créditos a raíz de la pandemia. Todo ese portafolio antiguo está generando pérdidas”, lamentó.
La otra cara de la moneda es Bancolombia. Este fue el banco con las mayores ganancias en el primer trimestre del año. Alcanzó utilidades por $1,7 billones; sin embargo, algo que refleja la compleja coyuntura obedece a que esa cifra también significó una caída de 3,1% frente al mismo lapso del año anterior.
Julián Mora es el vicepresidente corporativo de Bancolombia. Este directivo argumentó que la banca no se enfrenta a un momento difícil, sino a un cambio en el ciclo económico del país, que trajo una pérdida de apetito en los consumidores y, por ende, menor adquisición de crédito.
También es evidente el deterioro en la capacidad de pago, lo que ocasionó que los usuarios no estén cumpliendo las deudas. La cartera vencida de todos los establecimientos de crédito fue de $35,4 billones a corte de marzo. Esa cifra repuntó 22,15% frente a los $29 billones registrados en el mismo lapso de 2023.
Mora recordó que, además, son tiempos de crisis y resumió la situación en una ecuación: “altas tasas de interés y reducción en la capacidad de pago de los colombianos, lo que lleva a una cartera vencida superior a la esperada para muchos bancos, lo que implicó un impacto de provisiones para el sistema financiero: es un poco lo que ha venido pasando”.
Y no es para menos, el enfriamiento de la economía despertó hasta hace poco el temor por una recesión económica. Este indicador alcanzó a mostrar un pobre crecimiento el año pasado, pero el repunte sigue siendo muy tímido a ojos de los analistas: entre enero y marzo de este año la economía solo subió 0,7%.
Para Felipe Noval, superintendente financiero delegado, la situación solo es el reflejo de un coletazo por los créditos que los bancos concedieron en años anteriores. “Luego de un ciclo de pandemia cerramos la llave de consumo y, luego, cuando se abre nuevamente la colocación de la cartera de consumo fue bastante holgada, entre más buena es la fiesta más duro es el guayabo”, indicó.
Una recuperación
El vicepresidente de Bancolombia es optimista y defiende que para el segundo semestre del año esperan una moderada recuperación.
Esa estimación, que también comparte la Superintendencia Financiera, obedece a que la inflación anual ha mostrado constante desaceleración y se ubicó en 7,16% en abril, una caída de 5,7 puntos frente al mismo periodo anterior. Ese hecho ha sido acompañado de una flexibilización de las tasas de política monetaria del Banco de la República, que ya se ubican en 11,75%, un bajón de 1,25 puntos básicos en lo corrido de 2024.
Claramente, el gremio bancario sabe que los indicadores macroeconómicos suponen que cada vez habrá un mayor apetito en los consumidores de este país, por lo que sus finanzas más adelante podrían mostrar saldos en verde.
La Superfinanciera cree que para darle la vuelta a este difícil ciclo de pérdidas, las entidades deben enfocarse en contraer la cartera de consumo e incentivar la productiva y de inversión. Argumenta que así se apoyará a empresas y habrá mayor formación de capital, que se traduce en crecimiento económico. Dicho llamado ya se está aplicando. Asobancaria, gremio de la banca, ha explicado que hay un enfoque para fortalecer e incentivar la cartera productiva y para el sector agro.
No hay crisis
Ante la pérdida de utilidades y la baja actividad económica, el presidente de Asobancaria, Jonathan Malagón, ha reconocido en diferentes escenarios que el 28% de todas las entidades bancarias presentaron pérdidas el año pasado. Aún así, el líder gremial defiende tajantemente que el sistema financiero está muy lejos de encontrarse en crisis.
Esa premisa es compartida por Felipe Noval, superintendente financiero delegado. El funcionario sentenció que el sistema sigue siendo sólido porque cuenta con colchones de solidez y solvencia adecuados y por encima de los estándares regulares. La solvencia del sistema se ubica 17,6%, cuando el mínimo regulatorio es de 9%; y el indicador de riesgo de liquidez se ubica en 200%, cuando el mínimo es de 100%. Eso quiere decir que los bancos colombianos cuentan con la estabilidad financiera para responderle a sus clientes.
Tampoco se puede negar que desde la crisis financiera de finales de los 90, no se observaba una cifra tan elevada de entidades financieras registrando pérdidas en Colombia. Por ahora, solo queda esperar si los pronósticos de recuperación serán acertados.
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Cesar Ferrari, superintendente financiero, aclaró que el sistema de finanzas abiertas obedece a que todos los bancos y los usuarios cuenten con la misma información del sistema financiero.
En 2025 se experimentaría un cambio en la oferta y demanda de los servicios financieros en Colombia. Hoy, la Superintendencia Financiera de Colombia y las entidades bancarias trabajan de la mano para consolidarlo. Este fue aprobado en el Congreso de la República al darle luz verde al plan Nacional de Desarrollo del Gobierno de Gustavo Petro en mayo del año pasado. Se cree que este fortalecerá la competencia y bajará los costos para las personas.