“Veremos qué se puede hacer, en qué magnitud y a qué velocidad”: ministro de Hacienda
El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, es consciente de que el Gobierno ha prometido mucho gasto social, pero dice que no se afectará la estabilidad de las finanzas públicas. Le envía mensaje al sector privado.
Soy periodista egresada de la Universidad de Antioquia. Mi primera entrevista se la hice a mi padre y, desde entonces, no he parado de preguntar.
Directora de EL COLOMBIANO.
Esta ha sido una buena semana para el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, que va cerrando el año con varios objetivos cumplidos: la reforma tributaria al fin fue sancionada por el presidente Gustavo Petro, a quien no le faltaron elogios para su gestión; la calificadora Fitch Ratings le dio un voto de confianza al mantener la calificación de riesgo soberano; y el acuerdo tripartito sobre el incremento del salario mínimo que recupera la capacidad adquisitiva de los hogares más vulnerables.
Ocampo ha sido una figura muy importante en este gobierno, responsable de la primera gran reforma del Ejecutivo y ha capoteado crisis muy complicadas de mercado: le tocó, por ejemplo, el dólar a $5.000 y los mayores incrementos de la tasa de interés para controlar la inflación que sigue desbordada. Y ha sido calificado como el apagaincendios del Gobierno, ya que ha mitigado los efectos adversos de las declaraciones de algunos de sus compañeros de gabinete.
EL COLOMBIANO habló con el ministro sobre lo que le espera al país en un corto viaje que hizo a Medellín esta semana.
Ministro, ¿es verdad que deja la tributaria y se va?
“Ya se demostró que no era cierto”.
Pero la otra tributaria...
“No voy a hacer más tributarias. La otra es una modernización y racionalización de los impuestos municipales y departamentales para lo que no se requiere una reforma tributaria. No vamos a aumentar más impuestos”.
¿Pero está contento?
“Digamos que me ha ido bien, pero es un trabajo muy duro, es el trabajo más duro de mi vida”.
¿Más duro que cuando fue ministro en el gobierno de Ernesto Samper?
“Mucho más duro, porque las circunstancias son más complejas, tanto económicas como políticas. Esta transición política es una de las más fuertes de la historia de Colombia, pero además en un escenario económico complejo, con un déficit fiscal enorme: cuando yo fui ministro de Hacienda la vez pasada la deuda pública era 14 o 15% de Producto Interno Bruto, hoy es cuatro veces más alto. El déficit de cuenta corriente es muy alto también, la necesidad de diversificar la estructura exportadora colombiana es un reto enorme, yo diría que en términos productivos es el reto más importante que tenemos; y, por otra parte, tenemos un contexto internacional sumamente negativo”.
¿Y en esa medida el buen crecimiento económico no es importante?
“Claro que es importante mantener el crecimiento, no a los niveles en los que estamos creciendo este año que es excepcional, pero sí mantener un buen crecimiento económico de un 4% o 5%. El año entrante va a ser un año de desacelaración; de hecho, la desaceleración ya comenzó, especialmente por el escenario internacional que es muy adverso por el efecto de la inflación y las altas tasas de interés, todo eso afecta negativamente la actividad productiva en Colombia y en el resto del mundo”.
¿Siente que hay decisiones del Gobierno que desincentivan una mayor producción? Varios industriales han frenado la inversión por algunas medidas de este gobierno...
“Realmente hay una percepción que en parte es más política que económica. Hay mucha percepción de que con un gobierno de izquierda se genera más riesgo a la empresa, pero como les pregunté a los empresarios aquí en Medellín, ¿cuál es la propuesta de la nacionalización de empresas que tiene el gobierno? Yo no la conozco.
Nosotros queremos trabajar con la empresa privada, y queremos desarrollar nuevos mecanismos para apoyo de la empresa privada, por ejemplo con cadenas agroindustriales, cómo fomentamos más producción de maíz y soya en Colombia que vayan a la cadena avícola, porcícola y a la acuicultura. Y lo otro es la política de reindustrialización, que es cómo conectamos sectores industriales y de servicios, modernos, con innovaciones, con mejora tecnológica, y con muchas más perspectivas exportadoras”.
En el sector energético hay una sensación de que no están claras cuáles van a ser las reglas de juego y, a pesar de que usted ha tratado de bajarle un poquito la temperatura a las manifestaciones de la Ministra de Minas y Energía, de todas formas no tienen claridad de qué va a pasar...
“Con el sector eléctrico la discusión es en torno a las tarifas. En el sector petrolero sí ha habido inconvenientes por las declaraciones de la Ministra. Una de las prioridades del gobierno son las energías limpias, incluso en la reforma tributaria de los pocos beneficios que quedaron son para energía eólica, energía solar, hidrógeno verde y biocombustibles.
Hubo más discusión sobre el tema de exploración de combustibles, pero en eso la ministra promovió un estudio de todos los contratos ya firmados y el resultado ha sido muy positivo: en gas hemos pasado a tener reservas en gran escala que durarán hasta 2037, y eso es muy importante para adelantar procesos de producción de fertilizantes, para el funcionamiento de las termoeléctricas, para el consumo de los hogares y de la industria e incluso para exportar; de pronto vamos a ser exportadores de gas”.
Lograron una reforma tributaria muy pequeña frente a la expectativa que se tenía en campaña, se hablaba de unos $50 billones y se recaudarán 20. ¿En qué se va a gastar esa plata y cómo se va a cumplir con las promesas de gasto social que son tan altas?
“Los 20 billones son sobre los impuestos que se generaron en la reforma, pero hay una normal sobre evasión tributaria que puede producir a la larga tanto como la misma reforma. Es que en este país la evasión tributaria se estima en $80 billones”.
Ministro, pero es que todos los gobiernos dicen lo mismo, que van a recuperar evasión, ¿qué es lo nuevo que ustedes van a aplicar?
“Se ha ido avanzando, debo decir. Quedaron varias normas entre, ellas las penales. Es una curiosidad histórica: yo fui el primer ministro de Hacienda, hace 25 años, que propuso en Colombia la cárcel para los evasores y con esta reforma lo logramos. Es curioso que si uno le roba el vecino lo meten a la cárcel, si le roba el Estado no, eso no tiene ni pies ni cabeza.
Hay otras normas ahí que son bastante duras, incluso hay algunas internacionales; por ejemplo, ahí quedó una norma que obliga que a todos los ejecutivos se les estime el valor de lo que reciben en especie como salario: el carro, la gasolina, el apartamento si aplica, es una norma además muy justa porque eso es renta y así se aplica en Estados Unidos”.
¿Y al fin en qué se va a invertir?
“La orientación todavía tenemos que discutirla, pues obviamente el plan plurianual de inversiones del Plan de Desarrollo todavía no está listo, eso lo trabajaremos a comienzos del año entrante. Pero en lo que logramos adicionar al presupuesto del próximo año que presentó la administración Duque se muestran claramente las prioridades: el sector agropecuario, incluyendo reforma agraria, programas de producción y muy asociado a eso las vías terciarias y los caminos vecinales; el acceso a la educación universitaria para los sectores más pobres y la modernización de los planteles educativos; la salud rural y la prevención en términos de salud; en materia de vivienda están los subsidios de Mi Casa Ya, que es el programa urbano prioritario, pero también mucha más vivienda rural y mucha inversión en acueductos y alcantarillados; y los programas asociados a la paz que son apoyo a los reincorporados y a la sustitución de cultivos ilícitos”.
Nosotros a veces tratamos de hacer la cuenta de todo lo que se ha hecho en promesas de subsidios, del tema pensional, de salud, a los jóvenes y a veces dan $60 billones más. ¿En el Ministerio de Hacienda han hecho el ejercicio de ver todo lo que promete su gobierno y las posibilidades reales de financiarlo?
“Se lo voy a decir claramente: todas las reformas tendrán que estar dentro de los límites presupuestales”.
Es decir, no sabemos si se van a cumplir o no...
“Usted lo está formulando desde lo negativo. Se va a hacer lo que se ha prometido dentro de los límites presupuestales”.
¿Pero habrá una priorización?
“Podría decirse que todo va a ser moderado y gradual, vamos a ver qué se puede hacer, en qué magnitud y a qué velocidad”.
¿Cómo ve el incremento del salario mínimo y qué podemos esperar en materia laboral el próximo año?
“El que se logró esta semana fue un excelente acuerdo porque fue tripartito, rara vez hay un acuerdo tripartito de salario mínimo, me agrada que sindicatos gremios y gobierno lleguen a un punto de encuentro, y porque reconoció el tema que habían planteado los sindicatos de que la inflación para los hogares más pobres había sido mucho más acelerada en Colombia, entonces aparte de la regla tradicional que es inflación más productividad, aquí se agregaron dos puntos para mitigar ese efecto de la inflación sobre los hogares de más bajos ingresos”.
Ministro y con respecto a la reforma pensional, ¿qué posibilidades hay de que a futuro el Gobierno sí pueda hacerse cargo de los pensionados y de esa cantidad de adultos mayores que no tienen pensión?
“Debo decir que ya existe un programa que es Colombia Mayor, la idea es que sí va a haber un beneficio adicional para las personas adultas que no tienen pensión, o sea, si quiere lo puede ver con una ampliación significativa de adulto mayor”.
¿Y cuándo se va a radicar la reforma?
“Eso está todavía para acordarse y tiene que estar en relación con el Plan de Desarrollo, porque todas las reformas tienen que ser consistentes con el plan”.
La inflación no cede, cada vez todo está más costoso, ¿qué va que va a ser el gobierno, va a permitir que siga la inflación cabalgando o va a tomar unas medidas drásticas?
“Nosotros hemos venido tomando algunas medidas, aunque yo creo que la inflación ya llegó a su pico, vamos a comenzar a ver la inflación bajando, la noticia de esta semana de la inflación de Estados Unidos es una súper noticia en materia de mercado internacional, el peso inmediatamente se revaluó. El Banco de la República y el Ministerio de Hacienda tenemos una previsión del 7% para el año entrante.
Ahí lo más importante es qué pasa con la oferta de productos agrícolas, y uno puede decir que el fin de esta temporada invernal tan aguda va a tener un efecto positivo y, además, el Ministerio de Agricultura va a comenzar a manejar un programa de subsidio a fertilizantes para productos alimenticios.
La baja de las tarifas de la energía eléctrica que se acordó con las empresas, la desindexación de una gran cantidad de productos y servicios del salario mínimo, en fin, hay varias medidas”.
En ese sentido, ¿hasta dónde es prudente seguir subiendo las tasas de interés cuando ya se sabe que no es una inflación por demanda sino por oferta, y que esas tasas nos van a afectar el crecimiento?
“Mi expectativa es que si la inflación baja, la tasa de interés comenzará a bajar, no solo es mi expectativa sino mi seguridad, puede que se demore, pero va a comenzar a bajar”.
¿El panorama que nos mostró al principio era un poquito difícil, tiene alguna esperanza de que podemos volver a mejorar esos indicadores, especialmente el déficit fiscal?
“Los retos nuestros son bajar el déficit fiscal con lo que recuperamos del déficit del Fondo de Estabilización de los Combustibles, nuestro meta actual va de 7% del PIB de este año al 4,3% el año entrante, en materia de déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos es bajar como del 6% al 4%. En materia de crecimiento económico va a haber una desaceleración, pero esperamos que haya factores positivos que hagan más moderada la desaceleración”.
¿Cómo es la relación suya con el presidente, teniendo en cuenta que él en campaña hacía propuestas que uno pensaría que de pronto personas como usted no las consideran?, porque dicen que Petro se volvió ocampista...
“Mi relación con el presidente es muy buena”.